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Conmoción y repudio: sacrifican a perra comunitaria que fue violada y torturada

Tripo era una perra de 3 años. El caso estremeció a buena parte de la comunidad de Cañada de Gómez. De hecho, el sector de la población que salió a la calle en las últimas horas lo hizo mostrando toda su indignación.

Tripo era una perra comunitaria de Cañada de Gómez. Alguien la violó y la torturó. Y después de varios días de agonía tuvieron que sacrificarla. El animal tenía tres años y hacía poco le habían amputado una de sus patas traseras. Los vecinos del barrio le daban cariño y comida. Carlos fue uno de los que la alojó en su casa junto con otros dos canes: la Negra y Brother, compinches y compañeros de Tripo. “Nos encariñamos con los tres. Tripo dormía adentro y a los otros le armamos unos colchones afuera. Ese domingo, hace casi dos semanas, nos fuimos todos de mi casa y volvimos por la madrugada. El lunes por la mañana, mi mujer se levantó para sacar a pasear a los perros y se encontró con ese panorama. Casi no puedo hablar. Acá no se duerme porque si cerrás lo ojos se vienen esas imágenes terribles”, contó el muchacho con mucha congoja.

Los vecinos del barrio donde murió Tripo y protectoras de toda Cañada se movilizaron masivamente. (Foto: otrodia.com)

El hombre fue quien salió a denunciar la situación. Ahora siente mucha impotencia y dolor. No quiere que el caso quede impune.

“Estamos tratando de que tanto sufrimiento no quede en la nada y que la gente tome conciencia del maltrato animal. Una opción puede ser que una vez por semana se les enseñe a los chicos cómo hay que tratarlos”, detalló Carlos.

El hecho conmovió a toda Cañada de Gómez y a las entidades que defienden los derechos de los animales, que también denunciaron el caso y realizaron marchas pidiendo justicia por Tripo. Ellos quieren que se encuentre al responsable.

“Encontramos a Tripo en las peores condiciones. Fue atendida por un veterinario pero tuvo que ser sacrificada. También tenía cortes en el cuello”, explicó Elisabeth, una de las proteccionistas.

Carlos dijo que le asombró el grado de compromiso que tienen algunos jóvenes contra el maltrato animal.

“Acá hay gente que tiene a los perros atados y los largan para cazar los fines de semana. Otros siguen tirando con gomeras, son cosas de hace dos siglos”, se lamentó.

Y concluyó: “Si lo hizo un menor que traten de recuperarlo y si fue un adulto que vaya preso. Es muy oscuro y estamos haciendo fuerza para que se sepa la verdad”.

 

Vecinos piden justicia

 

El caso estremeció a buena parte de la comunidad de Cañada de Gómez. De hecho, el sector de la población que salió a la calle en las últimas horas lo hizo mostrando toda su indignación.

“Justicia por Tripo”, “Somos la voz de los que no tienen voz”, “Unidos contra el maltrato animal”, fueron algunos de los carteles que rezaban el lunes pasado en la última movilización en reclamo de justicia.

Los vecinos tienen un doble objetivo: encontrar al responsable de semejante aberración y, a la vez, generar conciencia por maltrato animal.

A la par, uno de los relatos más sentidos se leyó en redes sociales.

“Cómo pudiste resistir a la monstruosidad a la que fuiste sometida. Llorabas. Gritabas. ¿Por qué le hicieron esto? Perdón en nombre de la raza humana”, escribió Elisabeth en su muro de Facebook, una de las integrantes de la protectora cañadense.

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