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Contar historias con voz propia: el Archivo de la Memoria Trans lanza su editorial

Se trata de un proyecto que tiene como desafío poner en circulación historias y escrituras de la comunidad travesti porque "definitivamente las voces de las personas trans necesitan ser escuchadas y leídas ", dice María Belén Correa, directora del archivo

Con la preventa de «Si te viera tu madre», un libro que recorre la vida y activismo de Claudia Pía Baudracco, el Archivo de la Memoria Trans presenta su propia editorial, un proyecto que tiene como desafío poner en circulación historias y escrituras de la comunidad travesti porque «definitivamente las voces de las personas trans necesitan ser escuchadas, necesitan ser leídas y por eso usamos todas las plataformas necesarias», dice María Belén Correa, directora del archivo.

La editorial AMT, las siglas que dan cuerpo a esta nueva iniciativa, nace con un libro que recupera la influencia y el aporte de Claudia Pía Baudracco en la comunidad y activismo trans. El libro cuenta con investigación y autoría de María Marta Aversa y Matías Máximo, está en preventa y es el anticipo del proyecto editorial que está creciendo entre ideas y colaboraciones, como parte de las muchas facetas creativas que busca explorar el archivo y donde «crear una editorial propia es un desafío para nosotres», como sostiene Correa en diálogo con Télam.

El segundo y próximo título que prevé la flamante editorial ampliará la experiencia que ya tuvieron cuando en 2020 coeditaron un libro de fotografías con Editorial Chaco. Tras esa primera recopilación de memoria trans en formato papel y a través de imágenes, lo que se propone el archivo con la futura publicación es concentrarse en las historias que habitan detrás de esas fotos y sus protagonistas y para eso vienen realizando muchísimas entrevistas.

El sello AMT se propone «publicar entre 3 y 4 libros al año de personas trans, hombre o mujeres trans, que normalmente no tienen la oportunidad de hacerlo en otras editoriales», señala Correa. Así, contar historias en voz propia y que dejen de ser contadas por otros y otras es quizá la mayor apuesta de este sello, que en línea con la propuesta del archivo busca preservar la memoria trans y trazar otras formas de incidencia y circulación de la palabra, por ejemplo a través de los libros, concursos y otras iniciativas.

Editoral AMT Carmen Marcial Foto Gesualdi Victoria

Editoral AMT, Carmen Marcial.// Foto Gesualdi Victoria

En este sentido, «la editorial busca expandir las áreas del archivo y generar dentro del proyecto otro sub proyecto gestionado por personas trans. Una publicación en sí misma es un trabajo inmenso y una editorial aún más porque representa constancia a largo plazo. En el archivo hoy tenemos 12 personas trabajando y parte de generar una editorial es una fuente de trabajo, no solamente de un espacio político para poder publicar los libros de personas de la comunidad», dice Correa.

El Archivo de la Memoria Trans (AMT) es un espacio referente y cooperativo para la protección, la construcción y la reivindicación de la memoria trans que tiene como objetivo rescatar y construir un acervo documental sobre la historia de vida de la comunidad trans. Ya tiene más de 10 mil imágenes digitalizadas; ha participado y gestionado exposiciones en espacios como el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, la Tate Modern o Museo Reina Sofía; estrenó una serie documental y avanza con un proyecto de radio novela.

«Definitivamente las voces de las personas trans necesitan ser escuchadas, necesitan ser leídas y por eso usamos todas las plataformas necesarias para ser escuchadas», explica Correa para dar cuenta del motor que impulsa la creación de la editorial, donde lo que importa no es la cuestión económica sino «la posibilidad de que un libro sea escrito o trabajado por un hombre o mujer trans».

Por eso, en la medida que el objetivo de la editorial es contar historias de la comunidad travesti/trans, sus libros tendrán entonces -como se presenta el sello en el dossier- historias «llenas de recuerdos y experiencias que nos ha tocado vivir en el olvido, en el exilio, en el genocidio, en la tortura, pero también hemos vivido en el amor, en lxs amigxs, en las familias y sobre todo en la memoria colectiva de las identidades trans».

Editoral AMT Carola Figueredo Foto Gesualdi Victoria

Editoral AMT, Carola Figueredo.// Foto Gesualdi Victoria

Claudia Pía Baudracco y María Belén Correa soñaban con un espacio donde reunir a las compañeras trans sobrevivientes. Claudia tuvo la iniciativa de armar un gran álbum familiar con los materiales de cada una de de las que moría, por lo que llegó a acopiar numerosas imágenes. La Gorda, como la llamaban, murió en el año 2012 y luego Correa llevó adelante esa red que soñaba y fundó el Archivo de la Memoria Trans, que ahora involucra a otras compañeras y compañeros, es cooperativa y colaborativa.

El impulso para que precisamente existiera lo que hoy es el archivo fue la caja con la colección de las 15 mil imágenes que pertenecían a Baudracco, la activista cuya historia concentra el primer lanzamiento de la editorial ATM. «Es muy simbólico este libro», destaca Correa sobre la publicación que tiene a su amiga y compañera como protagonista. Reivindicación y homenaje.

Bajo el título «Si te viera tu madre. Activismos y andanzas de Claudia Pía Baudracco», de María Marta Aversa y Matías Máximo, el libro (en preventa en archivotrans.empretienda.com.ar) mezcla los registros del periodismo y la historia, con entrevistas, crónicas, ensayos e imágenes que cuentan la vida de la activista. Son dos libros en uno, como les gusta decir desde AMT, porque la primera parte es la historia en textos y la segunda son fotografías y documentos de la vida privada.

Editoral AMT Ornella Cega Foto Gesualdi Victoria

Editoral AMT, Ornella Cega.// Foto Gesualdi Victoria

En la portada de «Si te viera tu madre», La Gorda se levanta la remera y enseña sus pechos en la vía pública, con el Congreso de la Nación como trasfondo. La piel desnuda lleva el borrón de censurado por dos motivos que podrían definirse como la censura pública y la censura política. «Sabíamos que la fotografía no podía estar visible en una vidriera y a la vez el mensaje es que Claudia Pía Baudracco fue una persona censurada de la historia LGTBIQ+», argumenta Correa.

Y continúa: «El feminismo hace de nuestras luchas como si fuéramos santas y nunca fuimos santas. Así que por eso es que a Pía se la ha censurado siendo que gracias a ella tenemos una ley de identidad de género. La vida de Claudia era para poder contarla dentro de la censura y por eso es que consideramos ese doble mensaje».

¿Cómo contar entonces la vida de Baudracco? En la introducción del libro, Aversa y Máximo cuenta que eligieron «el gris de una historia con matices; una humanidad que tiene el derecho de haberse equivocado y transitar caminos que no eran lícitos, aunque nadie podría negar que cumplieron con la ley del deseo y estuvieron marcados con códigos».

«Las glorias de Claudia tienen tanto derecho a ser contadas como sus ocasos, ya que si no estaríamos ignorando su vida y replicando una vez más lo que ´la historia oficial´ acepta que sea contado: borrando todo rastro de la humana y dejando una leyenda digna de beatificación, aunque mortífera para quienes quedamos», concluyen los autores de este libro, cuya realización fue posible gracias a la Editorial de la Universidad de La Plata y cuenta con el apoyo de Iberarchivos.

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