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Contigiani: “El gobierno no tiene un proyecto de nación”

El Frente Progresista eligió al ministro de la Producción de Santa Fe Luis Contigiani como precandidato a diputado nacional. Según contó en diálogo con El Ciudadano, su candidatura no estaba prevista, pero ante el pedido del gobernador Miguel Lifschitz aceptó “con gusto”. En este último año y medio, Contigiani cultivó un perfil muy alto debido a su presencia en los conflictos industriales, agropecuarios y comerciales; cuestionando duramente las políticas del gobierno nacional que encabeza Mauricio Macri. “El gobierno nacional no tiene un proyecto de nación, sobre todo en la política económica”, disparó el radical oriundo de Arequito.

Por otra parte, destacó que, a diferencia del resto del país, en Santa Fe se sostuvo el empleo. Sin embargo, reconoció que se perdieron puestos de trabajo en la industria, aunque el crecimiento del empleo en la construcción ayudó a que el balance sea neutral. Además, consideró que el gobierno santafesino “hizo un gran esfuerzo” en todos los conflictos para sostener “a las pymes y sus trabajadores”, un modelo que Contigiani afirmó que quiere llevar al Congreso de la Nación.

—¿Cómo decidió postularse a diputado nacional?

—No es algo que tenía previsto. Fue una propuesta de los dirigentes del Frente Progresista, especialmente del gobernador Lifschitz. Acepté sin problemas porque entendí que debía honrar la confianza que depositaron en mí.

Soy la persona que por mi recorrido personal y político le cerraba más a todos los partidos que integran el Frente Progresista. Llevamos el Ministerio de Producción a un perfil muy alto y batallador, y eso es lo que generó un consenso respecto a mi candidatura.

—¿Ese perfil tan alto le trajo problemas a la hora de negociar con la Nación?

—Apenas asumí visitaba los ministerios nacionales llevando propuestas, buscando diálogo y soluciones a los problemas. Pero llegó un momento en el que me di cuenta de que estamos ante funcionarios de un perfil muy empresarial, que no vienen de la política y tienen una tendencia a creer que la lógica del mercado debe resolver los problemas.

Entonces tomé la decisión de ponerme del lado del empleo y de la defensa de la pequeña y mediana empresa. Tenemos que estar del lado de esos sectores y pelear por ellos, con una posición que nos diferencie del gobierno nacional, porque está avanzando por caminos que perjudican a esos sectores.

El problema en la relación no es de parte del gobierno de Santa Fe, está del lado de ellos. Todo proceso democrático tiene que absorber las diferencias y las coincidencias, eso es algo que tiene que saber el presidente; el país no es una empresa.

—¿Puede el Frente Progresista ser una opción de gobierno de cara a 2019?

—El Frente Progresista está en condiciones de llenar un vacío en la Argentina, pero no sé cuánto tiempo llevará lograrlo. El gobierno nacional no tiene un proyecto de nación, sobre todo en la política económica. Es una derecha que no ofrece nada nuevo y por momento me hace extrañar a los conservadores y la derecha del siglo XX, con quienes yo nunca estuve de acuerdo, pero al menos tenían un proyecto de país.

—¿Por qué considera que el gobierno no tiene un proyecto de nación?

—Restauraron la timba financiera como modelo de acumulación de riquezas. Usan la política monetarista para combatir la inflación, algo que ya está en desuso en todo el mundo, y tampoco le encuentran la vuelta a la política cambiaria. No entienden la lógica del mercado interno y no creen en el rol del Estado, porque consideran que el mercado es el que debe ordenar la economía y a la sociedad, aferrándose a la teoría del derrame que quedó sepultada en la década del 90.

—¿Cree que el kirchnerismo sí tenía un proyecto de país?

—El kirchnerismo se montó sobre la fase de reconstrucción industrial que iniciaron (Eduardo) Duhalde y (Roberto) Lavagna, quien de hecho fue ministro de Economía de Néstor Kirchner. Si bien soy crítico de esa reconstrucción industrial porque fue hecha a partir de una megadevaluación que pulverizó los salarios, hay que reconocer que se generó una situación muy superior a la de la década del 90.

En el momento de jugar fuerte, profundizando la reconstrucción industrial, el kirchnerismo no tuvo ideas o no quiso hacerlo. Así, terminó enamorándose del poder y de los vicios del mismo. Tuvieron la oportunidad de reducir la pobreza en serio, porque el mundo le estaba dando un gran oxígeno a Latinoamérica y a la Argentina. Han tenido muchas oportunidades y en el momento clave de maduración se quedaron a medio camino, cayendo en cierta actitud hegemónica y autoritaria, cometiendo errores políticos.

Lo que generaron Duhalde, Lavagna y Kirchner no fue cambiado en toda una década. Fue un modelo de reconstrucción industrial a partir de una megadevaluación, no dimos un paso más profundo que ese.

“La mayoría de la UCR de Santa Fe está en el FPCS”

Los radicales santafesinos del sector que encabezan el intendente de la capital provincial, José Corral, y el diputado nacional Mario Barletta se unieron al PRO para conformar Cambiemos Santa Fe. Tal es así, que el candidato a diputado nacional del macrismo, Albor Cantard, es radical.

Para Contigiani, también radical, fue “positivo que se vayan” y recordó que “la mayoría de la UCR de Santa Fe está en el Frente Progresista”. Y añadió: “Sólo una minoría del radicalismo se pasó a Cambiemos, encabezada por Corral que tiene la particularidad de ser el presidente de la UCR nacional”.

El precandidato a diputado nacional del Frente Progresista consideró que sus ex correligionarios “han tenido una involución en término de visión y de proyecto de país que hacía muy difícil su continuidad en el Frente Progresista”. Y remató: “Ese sector radical ya se ha convertido en una cáscara vacía. Han perdido la esencia de la pertenencia a un partido nacional, democrático y popular. Se parecen más a las clásicas expresiones de la centro-derecha argentina y son furgón de cola de la derecha”.

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