En la mañana de este martes hubo disturbios en la puerta de la fábrica de Guerrero Motos entre trabajadores despedidos y los dueños de la firma. Los momentos de tensión se vivieron entre los empleados despedidos de Guerrero Motos y la Policía cuando se produjo el ingreso por el portón lateral de empleados contratados y fuera de convenio, junto a los dueños de la firma. En tanto desde el Ministerio de Trabajo dijeron a El Ciudadano que se dictó la conciliación obligatoria y se llamó a una nueva audiencia para el jueves a la 9.30.
De todos modos, la empresa no viene cumpliendo con las audiencias y sigue desobedeciendo las órdenes del Ministerio de Trabajo. So bien desconoce hasta el momento la vía administrativa para resolver el conflicto, cuenta con un gran apoyo policial que rodea la fábrica impidiendo el ingreso de los trabajadores.
Desde principios de diciembre, los trabajadores venían sosteniendo una serie de reclamos junto a representantes del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), quienes organizaron diferentes protestas en Rosario y San Lorenzo por descuentos salariales y por incumplimientos en los protocolos de higiene.
El 19 de diciembre pasado, el dueño de la fábrica incendió de manera intencional el auto de uno de los empleados que habían organizado la protesta. Según explicó Román Moyano, secretario general de Smata, llegó en su camioneta y pateó unas maderas prendidas fuego -que después arrepentido- ayudó a apagarlo. “Cuando llegamos a la fábrica este lunes, la policía nos quiso sacar a la fuerza. Entre idas y vueltas un compañero intentó prenderse fuego. Afortunadamente no llegó a mayores y lo contuvimos”, contó Moyano.
Raúl Paniagua es uno de los empleados despedidos que intentó prenderse fuego a lo bonzo. Trabajaba desde hacía 10 años en el área de producción y tiene seis hijos. “Verse sin un sueldo y tener que enfrentar compromisos económicos afectó su salud mental”, explicaron sus compañeros.
El dirigente gremial contó que algunos empleados recibieron el telegrama de despido y a otros la notificación les llegó mediante una escribana que se presentó en sus domicilios particulares.
“El 23 de diciembre tuvimos una audiencia en el Ministerio de Trabajo provincial y la firma presentó un escrito donde decía que no tenía voluntad de conciliación. Esperamos que el Ministerio de Trabajo provincial, o un juez de oficio, dicte la conciliación obligatoria o un recurso de amparo y puedan volver a sus puestos laborales”, sostuvo el secretario general de Smata.
En referencia a la situación financiera de la empresa, Moyano aseguró que no hay baja de producción como argumenta la empresa: “Está más que bien. Las motos se venden fáciles, podes acceder a una con un recibo de sueldo”.
“En los momentos duros los trabajadores le pusieron el cuerpo y aceptaron cobrar el sueldo en hasta cuatro veces. Ahora que la producción va para arriba, despide a empleados. Pedimos la reincorporación de los trabajadores. Son muchas familias desesperadas”, concluyó el sindicalista.
Guerrero Motos tiene dos sucursales: la planta ensambladora de San Lorenzo -que tiene unos 100 empleados-, y la de Rosario, en Alberdi 474, que cuenta con otros 10 trabajadores.
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Este lunes se conoció un hecho dramático: un hombre ante la desesperada situación en la que se encuentra decidió prenderse fuego rociándose nafta. Afortunadamente todo quedó en un intento ya que compañeros y familiares lo detuvieron.
Desesperante situación: un trabajador despedido de Guerrero Motos intentó prenderse fuego a lo bonzo