El presidente Alberto Fernández sostuvo este sábado por la tarde un diálogo telefónico con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, quien le explicó en detalle las conclusiones del análisis de sostenibilidad de la deuda pública argentina de la misión técnica que visitó el país recientemente, se informó oficialmente.
Durante ese contacto, el presidente -quien durante la conversación estuvo acompañado por el ministro de Economía, Martín Guzmán–, sostuvo que se encontraron similitudes en las afirmaciones acerca de que Argentina no tiene capacidad de pago en moneda extranjera por cuatro años,
A su vez, hubo coincidencias con la visión de que hay que lograr sostenibilidad en los acuerdos de reestructuración «para acabar con la angustia de la deuda y poner a la Argentina de pie».
Es clave, dijo el primer mandatario, continuar con las conversaciones, con el objetivo de concretar un nuevo programa, informaron voceros oficiales.
Previamente, Georgieva, en una declaración publicada en la página del organismo, había expresado que «será necesario un alivio sustancial de los acreedores privados» para la deuda argentina de manera de restablecer la sostenibilidad de la misma, teniendo en cuenta la capacidad del país de atender sus compromisos.
«Cuidar a las personas más vulnerables en Argentina y abordar la difícil situación económica del país han estado entre las prioridades más altas del presidente Alberto Fernández desde que asumió su cargo», describe la nota.
Según el FMI, «atender estos problemas se ha vuelto aún más apremiante a la luz de la pandemia del coronavirus y dado su importante impacto económico y sobre la salud pública».
«Teniendo en cuenta la capacidad de servir deuda y el peso actual de la deuda del país, será necesario un alivio substancial de los acreedores privados para restablecer la sostenibilidad con alta probabilidad de la deuda», indica el análisis del equipo técnico.
Para ello, señala, «alentamos a un proceso de negociación colaborativo entre Argentina y sus acreedores privados con el objetivo de alcanzar un acuerdo que conlleve una alta participación».
El informe del staff advirtió que si el impacto de la pandemia de coronavirus es más fuerte de lo previsto y se prolonga en el tiempo podría perjudicar más negativamente a la Argentina de lo que se estima actualmente.
En ese documento presentado en su página web, el staff técnico consideró que «el riesgo clave a corto plazo se relaciona con un impacto negativo más fuerte de lo previsto del Covid-19, que podría afectar más negativamente a Argentina por una disminución aún más fuerte y prolongada de la demanda externa, los precios de los productos básicos, así como una actividad doméstica aún más débil».
Más adelante, el Fondo pronosticó que en ese contexto, «las cuentas fiscales de la Argentina empeorarían aún más, teniendo en cuenta el menor crecimiento, pero también la necesidad de aumentar el gasto en salud y programas para apoyar la actividad económica».
El organismo enfatizó que «Argentina no será inmune al endurecimiento de las condiciones financieras mundiales y esas restricciones financieras limitarían su capacidad para abordar adecuadamente el shock».
El documento advirtió que «la incapacidad de contener las presiones salariales, de pensiones y de otros gastos, incluidas las provenientes de las provincias, o la insuficiente movilización de ingresos podría poner en peligro el proyecto de consolidación fiscal a partir de 2021 y dar lugar a necesidades de financiación monetaria considerablemente mayores, que a su vez, perjudicaría el proceso de desinflación».
En el mismo sentido, el FMI puntualizó que «la ausencia de las reformas para impulsar las exportaciones y el crecimiento podría socavar la capacidad de Argentina para mantener el el equilibrio externo y reconstruir las reservas internacionales».
Finalmente, el FMI considera que «si no se puede lograr un acuerdo de deuda sostenible con una alta participación de los acreedores, podría haber serias implicaciones económicas y financieras».