La decisión de AFA de dar por cerrada la temporada 2019/2020 trajo distintas consecuencias deportivas para los clubes. Los que peleaban por la permanencia se vieron favorecidos por la cancelación de los descensos. Otros, festejaron la clasificación para jugar copas internacionales. Pero hay un tema que, de una manera u otra, afectará a todos los equipos: la confirmación de que no habrá chance de extensiones de contrato “consensuada” para los jugadores o entrenadores que terminan vínculo el próximo 30 de junio.
Como se dio por terminada la Copa de la Superliga, sin chance de reprogramación que pudiera exceder el 30 de junio, no hay razón alguna para que clubes y jugadores o entrenadores se vean “obligados” a buscar una extensión de contrato. Eso es lo que sugiere Fifa para los certámenes que no concluyeron, pero en el fútbol argentino no será necesario.
Con este escenario, la dirigencia de Rosario Central debe afrontar los casos propios. Y lo harán apuntando a un objetivo preciso: la reducción del presupuesto del fútbol profesional. En este sentido, hay cinco jugadores cuyos contratos vencen a mitad de año: Marco Ruben, Sebastián Ribas, Claudio Riaño, Nicolás Colazo y Kevin Gutiérrez. Y sólo habría interés de buscar la continuidad de Ruben.
La directiva, a través de declaraciones del presidente Rodolfo Di Pollina y del vice Ricardo Carloni, ya hizo pública la intención de que Ruben siga en Central. Pero todavía no hubo contactos formales con el goleador ni con su agente, el empresario Andrés Miranda, para avanzar por una renovación. De todos modos, flota la sensación de que la continuidad del goleador en la entidad de Arroyito dependerá de cuestiones que tendrían que ver antes con lo deportivo que con lo económico. Y si bien hoy Marco no tiene decisión tomada, y aún no hubo reuniones entre las partes, todo indica que sería muy probable una extensión de vínculo.
En cuanto al futuro de Ribas, Riaño, Colazo y Gutiérrez, todavía no hubo precisiones sobre las intenciones de dirigencia auriazul. Pero, teniendo en cuenta el objetivo de reducción de presupuesto del fútbol, parece difícil que se abra alguna instancia de negociación para renovar vínculos. Y esa decisión tendría fundamentos económicos antes que deportivos.
Desde lo que hicieron en cancha, lo de Colazo y Gutiérrez parece cosa juzgada. Aunque con distinto tiempo en el club, ninguno de los dos volantes hizo pie en el equipo de Cocca. Colazo llegó a préstamo a mitad de año pasado a Arroyito, y apenas disputó 9 encuentros de los que fue titular en 5. Mientras que Gutiérrez se sumó cedido a principio de este año, y solo jugó los minutos finales del último partido, ante Colón en el Gigante. En el contrato del volante de Racing habría una cláusula de rescisión en caso de que no disputara 10 partidos, y Central la activaría.
Desde lo económico lo de Ribas y Riaño no cuadra para el nuevo presupuesto que busca la dirigencia. Pero desde lo deportivo, los dos delanteros hicieron su contribución. El cordobés Riaño sumó 28 cotejos desde enero de 2019, fue titular en 20 y anotó 5 goles. Su huella más importante fue el tanto del empate convertido frente a Newell’s, en el Clásico que se jugó en Arroyito y finalizó 1-1. Sebastián Ribas, en tanto, se incorporó a mediados del año pasado. El uruguayo disputó 21 encuentros, de los que fue titular apenas en 7 juegos y marcó 3 goles.
De todos modos, en Central, no solo hay futbolistas que terminan relación laboral con el club a mitad de año. En la misma situación se encuentra el cuerpo técnico que comanda Diego Cocca. Y ya hay indicios concretos de una posible renovación de vínculo. Por lo que, para dar precisiones sobre el futuro de los jugadores que terminan contrato, más allá de la clara intención de los directivos, habrá que esperar para conocer la idea de Cocca.