En los últimos años, el uso de dinero en efectivo disminuyó, dando paso a las transacciones electrónicas mediante billeteras virtuales o transferencias bancarias. Sin embargo, es crucial tener precaución con el monto transferido, ya que la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) intensificó la supervisión de aquellas transacciones que superan los $125.000.
Estos controles no se limitan únicamente a las transferencias realizadas desde cajeros automáticos, sino que se extienden a las operaciones efectuadas a través del Home Banking, donde el umbral se eleva a $250.000, conforme a las disposiciones del Banco Central.
¿Por qué la Afip supervisa estas transferencias? Además de monitorearlas, la entidad notifica y, en ocasiones, puede iniciar investigaciones sobre las mismas. Es importante destacar que los análisis no necesariamente se centran en el remitente del dinero, sino que también pueden dirigirse hacia el destinatario de los fondos.
En ciertos casos, una persona podría designar a otra para efectuar pagos de impuestos o servicios, transfiriéndole posteriormente la porción correspondiente de dinero. Estas operaciones, aparentemente inocuas, pueden llamar la atención de la Afip, que busca entender la razón detrás del movimiento de tales sumas.