La situación institucional de Newell’s no atraviesa el mejor momento. Si bien el ajuste interno acomodó un poco la economía, algunas renuncias posteriores al rechazo del balance y el amague del propio presidente Bermúdez de dar un paso al costado, generaron un clima enrarecido. Y en medio de esta situación de incertidumbre política, el juez Fabián Bellizia y el órgano fiduciario miran de reojo lo que sucede, aunque su injerencia pasa sólo por lo económico, y no hay ninguna intención del magistrado de inmiscuirse en lo político y mucho menos intervenir el club.
“En su momento, cuando Newell’s ingresó al salvataje propuesto por la ley 25.284, se decidió que la administración del club quedara en manos de los directivos. Ellos son los responsables de todos los actos de gobierno, el órgano fiduciario hace las veces de control y la función del juez es defender el patrimonio para garantizar el cobro de los acreedores”, señalan desde el juzgado.
En ese sentido, el pago de la deuda concursal de la era López está al día, y este año Newell’s deberá afrontar la quinta cuota de ocho, que con el incremento por deudas en dólares o euros, más otros ajustes, será de unos 35 millones de pesos (en 2017 pagó 21).
“Si Newell’s no tuviera esa deuda concursal, la situación no sería tan compleja”, afirman desde el órgano fiduciario. Con un detalle: la deuda posconcursal rondaría los 180 millones de pesos, lo que para los encargados de controlar los números de Newell’s no es una cifra “ilógica”.
“El problema de Newell’s es que necesita vender, porque esa es la fuente principal de ingresos. Y hubo varios mercados donde no se vendió y por eso el déficit quedó muy a la vista”, señalan fuentes cercanas al juez Fabían Bellizia.
El propio Bellizia tuvo que avanzar sobre la tesorería leprosa en octubre del año pasado a partir de lo que veía desde afuera: gran cantidad de cheques rechazados, empleados de paro por no cobrar, reclamos públicos de AFA y Agremiados, y un manejo de la tesorería que no parecía encaminado.
La resolución judicial determinó la apertura de una cuenta corriente en el Banco Municipal donde el contador Ricardo Schneir, uno de los integrantes del órgano, tuviera una de las firmas necesarias para emitir un cheque. Todas las cuentas sueldos y los ingresos van a esa cuenta, y de esa manera hay un control más cercano del juez.
Las cosas se emprolijaron. Los empleados están al día, no hay cheques devueltos, ya que sólo se firman cheques si hay fondos, y si bien se permitió que Newell’s mantuviera abierta la cuenta del Banco Credicoop, para retirar chequeras debe tener autorización judicial y especificar para qué se usará cada cheque emitido a fecha.
Ese control de Bellizia también se incrementó a la hora de los libros de pases. El magistrado metió un freno a la hora de las autorizaciones de los contratos de jugadores que llegaron, en especial en los casos de cargos o comisiones por préstamos. “El club se debe regir por el presupuesto, pero tampoco podemos permitir cualquier cosa. El club no puede pagar algo que no tiene”, es el mensaje del juzgado.
“Un problema que la dirigencia actual no entendía es que Newell’s dejó de ser confiable. En la gestión Lorente-Ricobbelli hubo muchas cosas para objetar, pero no tuvieron un cheque rechazado ni hubo paros por empleados sin cobrar. Y esta gestión, con tantos cheques rechazados y deudas salariales, pasó a ser poco confiable”, agregaron.
Uno de los temas que preocupan en el mundo Newell’s es el rechazo del balance y una posible sanción de la Superliga por no cumplir con la documentación. Pero desde el juzgado no ven con preocupación el tema.
“Si en el futuro hay una necesidad de actuar sobre el tema se verá. El estatuto de Superliga roza lo ilegal. Y lo que debe quedar en claro que por encima de ese estatuto está la Constitución Nacional”, aclaran desde el juzgado.
“Es bueno que un acto legítimo de socios rechace un balance o lo apruebe. Hay muchas sociedades que siguen funcionando sin un balance aprobado. Eso es una responsabilidad de IGPJ y no del juzgado”, afirman desde el entorno del juez.
Y aclaran desde el órgano: “En el balance, por lo que dijo el auditor externo, el activo y el pasivo son reales. Obviamente está el tema de los mutuos que obligó a la abstención del contador Azum, y es un tema que ya el juzgado estaba estudiando mucho antes que la asamblea rechazara el balance”.
Y agregan: “El balance es un reflejo bastante real de la situación de Newell’s. El tema es que no se especificó en la Asamblea que parte se rechazaba y había que corregir. Se rechazó y punto”.
Obviamente el tema de los cuestionados mutuos genera ruido en el Parque. Desde ADN Leproso hicieron una denuncia en el Ministerio Público de la Acusación y el Juez Fabián Bellizia sacó una resolución donde ordenó no pagarlos hasta tener mayores certezas.
Tanto Bellizia como el órgano Fiduciario comenzaron a trabajar sobre estos mutuos por unos 41 millones de pesos con anterioridad a la Asamblea y aseguraron que una vez que tengan el resultado de la investigación, tomarán las medidas que correspondan.
¿Qué dudas tiene el juez? Bellizia sabe que el fútbol se maneja con una economía informal, incluso AFA es un claro ejemplo de ello, y que esos préstamos son moneda corriente en muchos clubes. Pero al no estar registrados en los libros de comisión directiva y no tener una aprobación de acuerdo a lo que pide el estatuto del club, la situación se torna más turbia. Y si bien el juez sabe que hay muchos préstamos que son genuinos, incluso con acreedores que ponen dinero sin siquiera pretender un rédito económico por su amor al club, también hay chances de que haya situaciones donde se saque ventaja económica o incluso se busque blanquear dinero.
Un punto que preocupa al juzgado es la pelea interna y externa que hay en el club. “Cuando uno le dedica tanto tiempo a la discusión con el otro, se olvida de gestionar. Y en Newell’s hay una clara falta de gestión”, aseguran desde el entorno del juez, que además no quiere verse involucrado en esta pelea interna y por eso ya les aclaró a los directivos que no lo utilicen políticamente en sus declaraciones.
Más allá de eso, tanto el juez como el órgano fiduciario consideran que en los últimos meses el ajuste dio resultado y hay una reducción de los gastos que ayuda. Y el propio Bellizia aclara en todo momento que por su cabeza no pasa la idea de “intervenir” el club.