Este fin de semana se llevaron acabo más de 500 intervenciones en durante los habituales operativos de tránsito en distintos puntos de la ciudad, que dejaron como saldo 77 vehículos remitidos al corralón, 26 de ellos por alcoholemia positiva y cuatro por narcolemia. El nivel máximo de alcohol detectado en uno de los conductores fue de 2,37 gramos de alcohol en sangre.
Los operativos estuvieron a cargo de la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana municipal en colaboración con la Unidad Regional II de la policía de Santa Fe.
En este marco, se remitieron 77 vehículos al depósito municipal por distintas faltas.
El secretario de Control, Gustavo Zignago, confirmó que entre el jueves a la noche y este domingo a la mañana, se concretaron 537 fiscalizaciones en el tránsito con el fin de garantizar la seguridad vial de quienes disfrutan de los espacios comunes que ofrece la ciudad.
Inspectores municipales y efectivos policiales controlan documentos y elementos de seguridad reglamentarios así como también se fiscalizan las condiciones de conducción.
Los operativos y las faltas
Un total de 77 unidades fueron llevadas al corralón, 26 de ellas por alcoholemia positiva y cuatro por narcolemia.
Dos intervenciones tuvieron lugar este domingo a la mañana. La primera de ellas en colaboración con Gendarmería en Blas Parera y Costanera donde tras el control de rutina, el conductor dio positivo en el test de alcohol con una marca de 1,37 gramos de alcohol en sangre. La segunda tuvo lugar en Grandoli y Uriburu en colaboración con la Policía. El resultado también fue positivo con un registro de 2,02 gramos del alcohol en sangre.
«Intensificamos nuestra presencia en las calles para aportar control y con ello, la seguridad que necesitan los vecinos de Rosario. Vamos por más convivencia de la mano del respeto a las leyes», sostuvo el secretario.