Daniel Schreiner
La elección para convencionales constituyentes tendrá la novedad de la implementación de un sistema electoral novedoso: 50 (tal la cantidad de escaños de la Legislatura) de las 69 bancas se reparten con el sistema D’Hondt, mientras que el resto se divide en un convencional por departamento.
Es así que cada alianza o partido armó una ingeniería electoral de cara a los comicios de abril teniendo en cuenta esta particularidad, así como que la elección de constituyentes no tiene Paso, pero se da al unísono con las primarias para los Concejos, sin perder de vista que este año también hay elecciones nacionales de medio término.
Este último dato, igualmente, no fue escollo para la elección de algunos candidatos, ni tampoco la decisión de que un puñado de ellos compita en dos categorías electorales a la vez: está previsto que las sesiones para la reforma constitucional comiencen en enero de 2026, cuando ya los concejales electos –y a la vez convencionales electos– hayan asumido mandato, lo que ha despertado no pocas críticas en redes sociales, el lugar favorito de operación de la movida anticasta.
En este marco es que la elección del convencional departamental por Rosario terminó decantando en unos comicios atractivos, con candidatos de diversos orígenes y distintas estrategias.
Lo que se menta como la interna de Canal 3, entre el javkinista Ciro Seisas y el neoconservador Juan Pedro Aleart, aparece en principio como una pelea con muy pocos matices, entre conductores televisivos nacidos de la misma cantera electoral que, en estas elecciones, representan a fuerzas políticas con recorridos diferentes.
Seisas, que dio el salto al Concejo primero y a la senaduría departamental después, es un referente del oficialismo local anclado en el partido Creo del intendente Pablo Javkin, aunque también con muy buen diálogo con el gobernador Maximiliano Pullaro.
Tendrá una prueba de fuego de cara a la elección de intendente de 2027, cuando además deberá sortear las aspiraciones dentro de la coalición javkinista, que incluye por ejemplo a los Radicales Libres de la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, cuyo espacio quedó relegado en este armado electoral.
Aleart, a caballo de su vínculo con la ministra de Seguridad nacional Patricia Bullrich y en un doble rol de postulante a convencional y concejal, apenas asumió la cabeza como candidato percibió que no tendrían contemplación con él las diferentes oposiciones al gobierno nacional.
Lo cruzó duro el concejal del Movimiento Evita Mariano Romero cuando Aleart posteó que se comprometía “a seguir luchando por la prescripción de casos de abuso sexual infantil”. Le dijo el edil peronista: “Aprendete las competencias del cargo para el que te postulás aunque sea. Qué papelón los famosos improvisados del presidente Milei”.
En el peronismo, la alianza entre los sectores oficialistas del Partido Justicialista con la entente Ciudades sin Miedo derivó en que la candidatura a convencional por Rosario recayera en el diputado nacional Germán Martínez, hombre de La Corriente –el espacio liderado por Agustín Rossi–.
En la misma fuente abrevará el nombre elegido por Activemos, el espacio que creó el senador nacional Marcelo Lewandowski en sociedad con Igualdad de Rubén Giustiniani por fuera del PJ. Así, en representación del espacio de intendentes peronistas “disidentes” –la mayoría se anotó en la lista “oficial”– será el mandatario local de Funes Roly Santacroce el postulante.
Después de haber tenido un vínculo inmejorable con la gestión de Omar Perotti, y de haber coqueteado este último año con La Libertad Avanza e incluso con el oficialismo de Pullaro, el ubicuo Santacroce encontró al fin un lugar bajo el sol cerca de donde había empezado su operativo seducción: con Lewandowski. Lo que no es poco: la probable división del voto entre Seisas y Aleart da posibilidades de buen desempeño a los dos candidatos peronistas Santacroce y Martínez, espacio que atraviesa una crisis sin precedentes.
También de la misma fuente que los candidatos que surgieron de la conducción televisiva promete abrevar el radical Eugenio Malaponte -también va en la lista al Concejo-, que representará el voto anticasta que vocifera la legisladora provincial Amalia Granata, quien ve el desembarco mileísta como una amenaza fuerte contra su voto cautivo. Y a la vez es un aliciente, esta división entre celestes y libertarianos, para las candidaturas de Unidos en todas las categorías y al virtual plebiscito de su gestión en que se ha embarcado el gobernador Pullaro.
Completa el voto por derecha el Partido Moderado, vinculado con la vicepresidenta Victoria Villarruel, que lleva en esta categoría a la escribana Amalia Fiori, mientras que el titular del partido Walter Eiguren va en la lista de la categoría general.
Buscarán el voto de izquierda el Frente Amplio por la Soberanía y el Frente de Izquierda y los Trabajadores-Unidad. En el primer caso, el espacio conducido por Carlos Del Frade postula a Lorena Carbajal, ex concejala socialista, mientras que por el FIT –en la unión del PO, el MST, el PTS e Izquierda Socialista- aparece el docente Franco Casasola (partido de los Trabajadores Socialistas).
En el FAS preservan a Del Frade para la elección de diputados nacionales y a la vez dan espacio al resto de las fuerzas del frente en las listas de convencionales y concejales, mientras que en el FIT el Partido Obrero se queda con la doble candidatura de Carla Deiana en estas últimas dos categorías.