Un grupo de fiscales, acompañados por distintos sectores del Poder Judicial, convocó ayer a una marcha de silencio a realizarse el próximo 18 de febrero en la plaza porteña de los Dos Congresos, al cumplirse un mes de la muerte del fiscal especial de la causa Amia, Alberto Nisman. Legisladores de todo el arco opositor comenzaron a sumarse a la movida y el próximo jueves expresarán en el Congreso su apoyo formal a la convocatoria.
El anuncio fue realizado por los fiscales Guillermo Marijuan, Carlos Stornelli, José María Campagnoli y Ricardo Sáenz –vicepresidente por los fiscales en la Asociación de Magistrados–, junto al secretario general del gremio de empleados judiciales, Julio Piumato.
La convocatoria es para el miércoles 18 de febrero a las 18, “sin identificaciones partidarias”, y la marcha partirá desde el Congreso a las oficinas en donde trabajaba Nisman.
“Dada la consternación que nos ha causado la muerte trágica de nuestro compañero Alberto Nisman, los empleados, funcionarios y magistrados del Ministerio Público Fiscal y también del Poder Judicial, le rendiremos homenaje con una marcha en silencio y con total tranquilidad”, anunció el fiscal federal Guillermo Marijuan.
Y afirmó: “Es un silencio que queremos que signifique la paz que necesitamos y necesitan los investigadores para encontrar la verdad; y también un silencio que significa un reconocimiento a su labor”.
Marijuan dijo que la marcha “no es en contra de nadie, sino por respeto”, y pidió que “si hay banderas, que sean sólo banderas argentinas, porque se debe pensar en el dolor de sus familiares”.
En tanto, Piumato afirmó que hay “un antes y un después de la muerte de un fiscal de la Nación”, y que se trata de “una gravedad institucional sin ningún precedente en la Argentina”, por lo que “esta marcha intenta conmover desde el más profundo silencio”.
“Quienes tienen las responsabilidades de investigar la muerte de Nisman y de seguir sus investigaciones, y quienes tienen en sus manos causas trascendentes para el futuro de la Nación deben sentir que están acompañados por la comunidad judicial y el conjunto del pueblo argentino”, subrayó.
Por su parte, Carlos Stornelli calificó el fallecimiento de Nisman como una “muerte macabra” que “debe movilizar a una toma de conciencia”, ya que ese deceso “es el primero de estas características, pero podría no ser el último”, por lo que enfatizó que “el Estado tiene que garantizar la independencia y seguridad de los fiscales que investigamos, aún cuando los investigamos a ellos”.
Campagnoli, a su turno, destacó que “parecería que este va a ser el año de los fiscales” y afirmó: “Debemos hacer esta tarea de trabajar e investigar con libertad e independencia, porque sin investigadores independientes, la Justicia no suele actuar”.
Y remarcó: “Esperemos que la muerte de Nisman no sea un episodio más de impunidad, ni un eslabón más en la cadena de lo que fue uno de los atentados más graves que ocurrió en el mundo”, en alusión al ataque a la Amia.