Tras el fin de semana largo por Carnavales, el ministro Claudio Brilloni se presentará en la comisión de Seguridad de la Legislatura para tratar la Ley de Emergencia en la provincia de Santa Fe. El encuentro quedó programado para el miércoles 22 a las 10 de la mañana en el recinto de la Cámara de Diputados.
Ayer, la comisión de Seguridad de la Cámara de Senadores mantuvo una reunión con su par de Diputados provinciales, con el objetivo de abordar la crisis por violencia armada que atraviesa la provincia en general y la ciudad de Rosario en particular.
Por lo tanto, ambas Cámaras analizan la propuesta del gobierno provincial para declarar el estado de emergencia en Seguridad Pública y del Servicio Penitenciario, hasta el 31 de diciembre de 2023.
La reunión de ayer fue encabezada por los presidentes de ambas comisiones, el senador Lisandro Enrico y el diputado Juan Cruz Cándido. Por la Cámara Alta participaron, además, los senadores Raúl Gramajo y Rodrigo Borla.
Por otra parte, resolvieron solicitar al gobernador Omar Perotti que convoque a la Junta Provincial de Seguridad «a la mayor brevedad posible», cuya última reunión fue el 21 de septiembre pasado, es decir cinco meses.
El pasado martes, el bloque de la UCR de la Cámara de Diputados -encabezado por Juan Cruz Cándido- solicitó al gobierno que convoque a la Junta Provincial de Seguridad.
«La Cámara de Diputados de la Provincia vería con agrado que el Poder Ejecutivo convoque de manera urgente a la Junta Provincial de Seguridad, ante el desborde de la violencia y la inseguridad en el territorio santafesino, y en particular en la ciudad de Rosario”, señalaron a través de un proyecto de comunicación.
Los legisladores radicales sostuvieron que “la crisis de violencia e inseguridad que vive nuestra provincia tiene su epicentro en el Gran Rosario pero se manifiesta de distintas maneras en todo el territorio provincial».
Y remarcaron que en lo que va del año, en el departamento Rosario, “se suman casi un asesinato por día, ataques mafiosos a edificios públicos, comercios y viviendas, nuevas extorsiones y la irrupción de fenómenos no vistos antes como el secuestro seguido de muerte de un ciudadano elegido aleatoriamente con el objeto de utilizar su muerte para transmitir un mensaje entre miembros de bandas», alertaron en relación al asesinato del malabarista Lorenzo «Jimi» Altamirano frente a la cancha de Newell’s.