Sintetizando un viaje interno, un camino recorrido en conjunto que los hizo crecer y afianzar su proyecto, Cool Confusion editó su segundo disco de estudio, un material que simbólicamente se titula Panamá, como destino elegido para ese viaje introspectivo y relacional que emprendieron hace ya ocho años. El material que acaba de ser editado tendrá su presentación oficial esta noche, a partir de las 21, en el Espacio 75 del Galpón de la música (Paseo de las artes y el río). Una velada en la que Santo Chango estará a cargo de la apertura y donde se podrá conseguir el álbum a un precio especial antes de su desembarco en disquerías.
Panamá cuenta con 12 canciones que van desde el ska que caracteriza a la banda hasta el rock, dub y rocksteady, pero específicamente centrado en el rock. “En el disco hay distintos momentos: tiene un primer bloque mas ecléctico que incluso tiene un tema muy brasileño, por ejemplo; y una segunda parte que es un poco más madura, más rock. Este disco viene a cerrar un camino donde el primer material es reggae; el disco en vivo (Cool Covers, 2013) es ska bailable, y éste es de rock neto con un montón de cosas más: hay funk, salsa, jazz y ska, pero más que nada es rock”, contó Fabricio Giannone, guitarrista de la banda, a El Ciudadano al tiempo que explicó que el viraje al rock tiene que ver con la maduración obtenida tras estos años de trabajo: “Maduramos a medida que fuimos atravesando este tiempo junto a la música. Cuando sos adolescente la música te pega distinto porque sos efervescencia. A medida que pasa el tiempo te vas queriendo especializar, estudiás y madura tu ser interior junto a tu música; eso nos hizo volver a nuestras raíces, a eso que escuchábamos al principio que era rock o punk rock”.
“El título del disco representa un viaje que hicimos –se explayó–, un viaje sin movernos, como el tema de Jamiroquai «Travelling Without Moving». Es un concepto muy amplio pero tiene que ver con un viaje grupal que hicimos y se llama Panamá, como un destino simbólico para ese viaje. Mucho del desarrollo del material tiene que ver con este viaje, cuando uno viaja aprende, se hace versátil; entonces de ese viaje sin moverse, sin pensarlo, llegó la experiencia”.
El material fue producido de manera independiente y cuenta con la participación de Billie Gómez (Carmina Burana) como técnico de grabación, edición y mezcla; además de Hugo Lobo como invitado especial, quien también había participado de la grabación de Cool Confusion, material con el que la banda debutó en bateas. “En las primeras épocas del Cool, cuando venía Lobo a tocar a Rosario participábamos como teloneros, ahí lo conocimos. Es un honor contar con un tipo de su trayectoria. Una persona con gran capacidad y experiencia que se toma el trabajo de participar en nuestro segundo disco”, dijo Giannone con admiración.
Una de las particularidades de este disco fue la forma en la que la agrupación, que también integran Esteban Civetta, Agostina Bertozi, Alexis Gambacurta, Nicolás Lingua, Melina Spizirri, Julian Chino Pagliarecci, Matías Moro, Tomás Boasso y Rodrigo Cruzado, decidió grabarlo: “En Buenos Aires grabamos en un estudio análogo la batería, el bajo y la guitarra, la base de la pirámide de la banda, eso le dio un color distinto. A eso le sumamos el resto de los instrumentos, grabados de manera digital. Esa combinación le da otro color, es como tridimensional”, detalló Giannone.
“Además, lo mandamos a Estados Unidos a que lo pasen por cinta. Todo el disco, las bases en análogo y lo grabado en digital, fue pasado a cinta y vuelto nuevamente a digital”, agregó aclarando que el material se trabajó desde la matemática de la música, un trabajo detallado que buscó encontrar la combinación específica de notas e instrumentos para crear el clima buscado o trasmitir la idea precisa “para llegar a la expresión deseada a través de la música. Se trata de encontrar un sonido de pregunta o de exclamación y saber cómo funciona”, concluyó.