A todo o nada. Así afrontará esta tarde Central Córdoba el duelo ante Boca Unidos, por un nuevo desafío de la Copa Argentina, certamen que otorga una recompensa económica más que generosa para el vencedor, especialmente para un equipo que milita en la Primera C como el Charrúa. El escenario elegido por la AFA fue el Bicentenario del Chaco, donde a partir de las 19 el conjunto de barrio Tablada buscará dar el batacazo ante un entonado elenco correntino que viene de tumbar a River en la B Nacional.
Pero Córdoba también llega con el ánimo en alza. Desde que Omar Palma asumió la conducción técnica los resultados empezaron a aparecer y el equipo se reencontró con esa identidad ganadora que lucía todos los fines de semana hasta antes de la imprevista renuncia de Marcelo Vivas.
Es cierto que la diferencia de categoría es importante, pero los partidos hay que jugarlos y en el fútbol actual las sorpresas están a la orden del día.
Además, el Charrúa encarará el encuentro con unas ansias de victoria mucho más grande que la de su rival. Desde todo punto de vista. El premio de 200 mil pesos para el ganador es demasiado importante como para dejarlo pasar, más la motivación extra de saber que en la próxima instancia casi seguro que estará esperando Boca (enfrenta a Santamarina de Tandil), el actual campeón de la máxima categoría del fútbol argentino.
Es por eso que Palma dispuso salir a la cancha con todos los titulares, confiado en darle batalla hasta el final a uno de los animadores que tiene la B Nacional. El Negro repetirá por tercera vez consecutiva la misma formación por la que apostó en su debut contra Cambaceres: línea de cuatro en el fondo, un sólo volante de contención, dos carrileros y tres atacantes. El desafío es grande, pero jugadores como para ilusionarse hay y confianza sobra. Además, la esperanza es lo último que se pierde y soñar no cuesta nada.