El Charrúa lo hizo otra vez. Por penales, Central Córdoba se metió en los 32avos de final de la Copa Argentina al derrotar a Sportivo Rivadavia de Venado Tuerto.
Ni se tendría que haber jugado. La lluvia que cayó un rato antes de comenzar el encuentro convirtió al ya de por si castigado césped del Gabino Sosa en un potrero lleno de barro donde era casi imposible llevar la pelota al ras del piso.
Tal vez el mejor ejemplo para ilustrar el lamentable estado del terreno fue el inoportuno resbalón de Poropat a los 30 minutos cuando se venía solo Prioreschi y que Blanc salvo en la línea.
Córdoba arrancó mejor con la movilidad de Lazo y Salinas pero de a poco se fue quedando y el trámite se emparejó hasta el descanso. Mucha pierna fuerte y demasiadas imprecisiones fue la síntesis de los primeros 45 minutos.
En el complemento el Charrúa salió dormido y el elenco venadense tuvo dos chances para marcar, la más clara al minuto y que tapó muy bien Poropat.
De todas maneras, la visita se fue animando casa vez más ante la apatía de un Córdoba que ni el ingreso de Nico de Bruno logró levantar. Y encima, a los 24 minutos Lechner se fue expulsado por doble amarilla. Con uno menos, Vaquero reacomodó sus piezas para jugar de contra y aguantar hasta lo penales.
Desde los doce pasos el Charrúa fue más certero y contó con un Poropat iluminado, que atajó dos penales y depositó a Córdoba en la próxima ronda.