Social Lux logró un triunfo importante en su lucha por los ascensos al Molinas. Fue 4-3 como local sobre Botafogo, pero debió sufrir en el final innecesariamente.
Mercadito demostró una vez más que en el fútbol nada está asegurado. Que el resultado final se da una vez que el árbitro marque el final. Porque ganaba en forma cómoda 4-0, pero terminó aventajando a su rival por la mínima diferencia.
El conjunto de Ludueña mostró sus intenciones desde el vamos y antes de la media hora inicial ganaba 3-0. Primero fue Peretti que cabeceó una ejecución de Milicich, luego el propio Milicich que con un toque sutil decoró una gran jugada individual de Daniele y marcó el segundo. Y después Daniele, tras un rebote, anotó el tercero.
Así se fueron al entretiempo. Con Mercadito marcando terreno y con Botafogo carente de generar peligro.
Muchos suponían que la parte final era apenas un trámite para los dirigidos por Marcelo Javier. Pero se equivocaron. Si bien un buen cabezazo de Foray estiró la ventaja a los 24, Botafogo sacó a relucir su dignidad y tuvo entre las cuerdas al escolta del líder Banco.
Mucho tuvo que ver la relajación por parte del elenco local y algunos cambios de nombres que ensayó el técnico local. Además de que el visitante se sintió herido y supo aprovechar todas las ventajas. El Tanque Ambroggio achicó de penal y luego sobre el final Valenti y Montiel hicieron tambalear el triunfo seguro de Mercadito. De todas formas la victoria fue justa y a cinco fechas del final este partido puede resultar una lección para los dos. Social Lux aprendió que relajarse puede costar caro y Botafogo, que con quince minutos de buen juego no alcanza, ni para empatar.