Victoria y ascenso. Defensores Unidos derrotó como visitante 2-0 aBotafogo y a una fecha del final de la copa Pinasco consiguió la vuelta al Molinas tras cuatro años de jugar enla B.
En la primera parte el Defe tuvo varias ocasiones, pero a la hora de la puntada final se notó el nerviosismo propio de un partido que definía un ascenso. Con Facundo Camafreita errático al equipo de Hugo Álvarez le costaba mucho ser sereno y paciente. Incluso en los últimos minutos de la primera parte sufrió varios sofocones en defensa en su afán por meter el segundo antes que el primer gol.
Todos los presentes en la cancha de Botafogo daban cuenta que si entraba uno la cosa sería mucho más fácil. Y esto ocurrió a los 18 de la segunda mitad. Ángel Ruiz Díaz trepó por la izquierda, cedió para Iván Ortega que con zurdazo preciso le puso la pelota en la cabeza al grandote Luciano Reynoso para poner el tranquilizador 1-0.
Con la ventaja a su favor, Defensores apostó al cuidado de la pelota y esperar alguna contra favorable para sellar el pleito y el ascenso. Y a los 25 tuvo su premio. El mejor jugador de la categoría, Camafreita, quedó mano a mano con Jiménez y no perdonó.
De ahí al final nada hacía presagiar que a Defensores se le escapara su vuelta al Molinas. Además, a esa altura Banco no podía doblegar a Torito y Social Lux empataba con Sarmiento. Todo salía redondo para el Rojo. Gonzalo Ferrari, de correcto arbitraje, pitó el final y la alegría fue interminable. Jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas dieron rienda al festejo sin igual. El primer objetivo estaba cumplido. El Defe otra vez es de primera.