En un operativo comando, un grupo de ladrones copó una seccional, se llevó armas y un patrullero, con el que asaltó un banco, en menos de 20 minutos. Ocurrió ayer por la mañana en General Lagos donde, al menos, 5 personas dejaron al descubierto la precaria seguridad de la comuna y se llevaron un magro botín, no acorde a la magnitud de su trabajo. Hasta ayer por la noche no había detenidos ni sospechosos por el caso.
General Lagos se encuentra a sólo 22 kilómetros de Rosario. Según sus vecinos, es un lugar tranquilo, donde se pude dejar una bicicleta en la calle toda la noche sin que nadie se la lleve; donde todos se conocen y pareciera que nada puede pasar. Por eso lo de ayer a la mañana sorprendió a todos.
Fue un robo minucioso, cronometrado. Según fuente de la investigación, todo empezó unos diez minutos antes de las 7 de ayer en la subcomisaría 13º, ubicada en San Martín al 100, de General Lagos. El lugar era custodiado por una sargento de 40 años, que estaba sola, porque los turnos de guardia estaban a punto de cambiar, pero sus compañeros, llamativamente, se habían ido momentos antes y el relevo no había llegado.
En este contexto ingresaron a la seccional dos hombres para realizar una consulta y, ni bien la mujer bajó la guardia, la redujeron a punta de pistola y la obligaron a meterse en una de las oficinas, para atarle los brazos y las piernas con alambres. Una vez que la uniformada estuvo inmovilizada, tomaron los polvorines, sacaron dos pistolas reglamentarias, dos escopetas 1270, 3 chalecos antibala y una ametralladora GMK3; acto seguido abordaron un patrullero e hicieron 5 cuadras, hasta la sede del Banco Credicoop, ubicada sobre San Martín, al 600.
La entidad crediticia estaba cerrada y los ladrones realizaron su movimiento más importante. Es que el único que tiene la facultad para abrir el local es el tesorero, quien sólo tiene permitido hacerlo si en la puerta del lugar ve al uniformado que realiza la custodia, junto a un móvil policial de la seccional de la comuna. Y fue lo que vio cuando llegó a trabajar.
De acuerdo con los testigos, en la puerta del Credicoop había un Chevrolet Meriva color negro, propiedad del hombre que cuida la entidad todos los días, junto con un patrullero con dos supuestos uniformados abordo. Por eso el tesorero bajó de su auto y caminó hasta la puerta del banco, como todos los días. Pero ni bien puso un pie en la calle, los hombres que aparentaban ser policías, que estaban vestidos con los chalecos que acababan de sacar de la sub 13º, fueron a su encuentro. Esto llamó la atención del muchacho que estaba en el Meriva, quien también descendió para ver qué era lo que pasaba y fue reducido por una tercera persona, quien a punta de pistola lo obligó a subir nuevamente a su vehículo y se sentó junto a él durante los siguientes 3 o 4 minutos, el tiempo que duró el robo.
Cuando el empleado del Credicoop vio lo que estaba pasando intentó resistirse, pero los hombres del patrullero le dieron unos golpes y lo intimaron a abrir el banco. Sin mediar palabras, los ladrones obligaron al tesorero a cargar en unos bolsos la plata chica que había en las líneas de caja del lugar, mientras ellos reducían y maniataban a los dos empleados que llegaron durante su estadía.
Una vez que tuvieron la plata en su poder, salieron del banco y se fugaron tranquilos, porque en General Lagos, no había ningún policía que pudiera pararlos.
Diez minutos después de las 7, cuando el relevo llegó a la comisaría, escuchó los gritos de su compañera y el teléfono que no paraba de sonar. Cuando lo atendió, escuchó como el tesorero del Credicoop le contaba lo que había ocurrido.
De acuerdo con los investigadores, los ladrones se llevaron unos 80 mil pesos. “El tesoro del banco se abre automáticamente una hora después de que abren las oficinas. Eso es así en todo el mundo; ellos tenían clarísimo que no había mucho dinero en el lugar”, indicaron.
Según lo que pudieron establecer los investigadores, en el robo de General Lagos trabajaron al menos 5 personas. Uno de ellos fue el que se quedó de campana en la puerta de la comisaría. Otro estuvo junto al custodio a bordo de Chevrolet Meriva y un tercero restante custodió el perímetro del Credicoop, mientras los dos supuestos policías saqueaban las cajas del banco.
El caso es investigado por la fiscalía de Flagrancia y Turno, a cargo de Viviana O’connell.
Muerte
El Credicoop de General Lagos fue escenario el 4 de noviembre de 2011 de un robo frustrado que acabó en muerte. Cuando el blindado llegó con el dinero, los custodios fueron abordados por ladrones vestidos como policías con los que intercambiaron disparos. Cayó muerto el asaltante bonaerense Julio Oscar Méndez Duarte, un ex prefecto de 43 años y un cómplice, su coterráneo Juan Narciso B., una década mayor, fue detenido.
Un método de asalto en entidades crediticias de pequeñas localidades
Un fenómeno habitual a fines de los 90 y principios de este siglo, el copamiento de la comisaría de una localidad para garantizar el robo a un banco dejó de ser frecuente. Sin embargo, cada tanto, se producen hechos similares. En julio de 2013, al menos cuatro asaltantes vestidos como policías redujeron a los uniformados de la seccional de San Jerónimo Sud (departamento San Lorenzo), y robaron una patrulla para asaltar el banco Macro con botín de 100 mil pesos, sin poder acceder al tesoro.
En enero de 2009, hubo golpe casi calcado en la comisaría de Zenón Pereyra (Castellanos), de donde robaron armas. Pero algo frustró su objetivo de asaltar el banco Macro y huyeron en una patrulla sustraída. En 2008 hubo golpe similar en Fuentes (San Lorenzo), tras copar la comisaría y robar armas, pero en esta ocasión las víctimas fueron una veintena de parroquianos de un garito. En 2005 fue el turno de Santa Margarita (9 de Julio), pero tras reducir a los policías de la seccional, fueron en patrullero a un almacén y se hicieron con 40 mil pesos. Un año antes, una banda no consiguió copar la dependencia ni robar los dos bancos de María Susana (San Martín) al ser repelida por la policía. En 2003, seis asaltantes coparon la repartición policial de Coronel Arnold (San Lorenzo) a punta de fusil y robaron el Bisel: oficialmente el botín fue de 40 mil pesos.
Un año antes, una banda copó la seccional de Los Cardos (San Martín), robó 2 ametralladoras y 4 pistolas y se llevó 35 mil pesos del Credicoop. También en 2002, en Progreso (Las Colonias), ladrones coparon la seccional para llevarse 110 mil pesos en un doble golpe: al Nación y a una mutual. En 2001, hubo golpe calcado en Villa Eloísa (Iriondo): se llevaron armas de la seccional y unos 30 mil pesos del banco. El mismo año, los blancos fueron la comisaría y el banco de Santa Fe de Piamonte (San Martín): 220 mil pesos fue el botín. Asimismo en 2001, hombres armados coparon la seccional de Arocena (San Jerónimo) tras reducir al único policía, el comisario: lo golpearon, le robaron el arma y le preguntaron por un rosarino que había sido detenido un día antes tras un espectacular golpe en Gálvez.
El 12 de abril de 1998 ocho asaltantes vestidos como policías tomaron la comisaría de Bernardo de Irigoyen, donde amenazaron a dos agentes y se llevaron varias armas.
Luego intentaron sin éxito asaltar la sucursal local del banco del Suquía. En julio de 1997, cuatro hombres fuertemente armados y con uniformes negros irrumpieron en la comisaría de Maggiolo, y, tras apoderarse de varias armas, asaltaron la sucursal local del banco provincial, de donde robaron unos 40 mil pesos.