Un total de 17 personas fueron encontradas por la Policía en estado «catatónico» por efecto de un poderoso alucinógeno, en cabañas situadas en las sierras cordobesas, entre las localidades de Cosquín y Villa Allende, en el que se habría asentado una secta.
Los afectados, según se comprobó, habían consumido «ayahuasca», una sustancia utilizada por cientos de años por pueblos indígenas de Perú, Brasil y Bolivia, que fue consumido en el marco de actividades realizadas por una entidad llamada «La Fundación Emilio», que se presenta como «Centro Terapéutico Natural».
El comisario Gustavo Godoy, que estuvo a cargo del procedimiento, indicó que las personas que se encontraban en las cabañas «sufrían vómitos y descontrol de esfínteres», y atribuyó las actividades a una «secta».
«Estaban en estado catatónico, en trance, casi semiinconscientes. Algunos estaban rodeados de baldes para que hicieran sus necesidades», añadió el jefe policial en declaraciones a la radio Cadena 3.