Una mujer que había desaparecido en Córdoba el miércoles junto a su hija de casi dos años apareció muerta hoy en una alcantarilla de la ciudad, mientras que la niña se encontraba en buen estado de salud y fue trasladada a un hospital pediátrico.
Paola Acosta, de 36 años, había perdido contacto con sus familiares y amigos el miércoles último y era buscada intensamente por la Policía cordobesa, que este domingo la encontró sin vida y junto a ella estaba Martina, la pequeña hija.
El aterrador hallazgo se produjo cerca de las 8 cuando personal policial detectó el cadáver de la mujer y al acercarse encontró a la niña al lado, en la alcantarilla, por lo que se dispuso el inmediato traslado de la menor al Hospital Materno Neonatal de la ciudad mediterránea.
El ex concubino de Paola Acosta, había sido detenido el sábado tras presentarse espontáneamente en una sede judicial de la ciudad de Córdoba.
El hombre, llamado Gonzalo Lizarralde, se presentó en forma voluntaria alrededor de las 18 en una unidad judicial a cargo del caso y quedó detenido como imputado de «homicidio calificado».
El hombre, que se desempeña como fotógrafo y empleado de una panadería, era el principal sospechoso de la desaparición de Paola Acosta, de 36 años, y su hija de 21 meses.
La mujer y la niña desaparecieron el miércoles cuando cerca de las 22.30 bajaron del departamento en el que vivían para recibir a Lizarralde, quien se presentó para pagar la cuota alimentaria.
El hombre había reconocido a la niña recién el 20 de agosto pasado, luego de solicitar un análisis judicial de ADN, según revelaron fuentes judiciales.
Según indicaron medios locales, en una camioneta propiedad de Lizarralde, se habían encontrado rastros de sangre, que se analizaban para verificar si pertenecían a las víctimas.