El represor Ernesto «Nabo» Barreiro señaló hoy tres lugares y nombres de víctimas de posibles enterramientos clandestinos durante la última dictadura en las zonas de La Perla y Villa Ciudad América, en la provincia de Córdoba, según confirmó el presidente del tribunal que lo juzga.
Aunque Barreiro, uno de los líderes del alzamiento de Semana Santa de 1987, hizo público los lugares y listas de víctimas «sin asumir responsabilidades personales sobre estos hechos», su confesión constituye la primera que realiza un ex represor de peso desde la nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
«Es un hecho de muchísima significación, porque nunca ha ocurrido que imputados en esta causa expresen su voluntad de colaborar esclareciendo estos hechos, lo cual implicaría una posición muy distinta de la que históricamente han mantenido hasta ahora», destacó el presidente del Tribunal Oral Federal Número 1, Jaime Díaz Gavier.
En ese sentido, el magistrado subrayó en declaraciones a la prensa que se expresó «voluntariamente», aunque aclaró que lo hizo «sin asumir responsabilidades personales sobre estos hechos».
Barreiro, quien fue jefe de interrogadores de La Perla y uno de los líderes del alzamiento carapintada, aseguró a través de un escrito y en la audiencia por el megajuicio que habría unas 20 víctimas en el primer horno descubierto en el predio del Tercer Cuerpo del Ejército, otras cuatro víctimas en el horno de la estancia La Ochoa del mismo sector; y una víctima en un tercer horno en Villa Ciudad de América, junto al lago Los Molinos.
El ex militar, que había sido deportado de Estados Unidos en 2007, indicó los lugares de posibles enterramientos clandestinos en nombre de un grupo de represores que también integran Raúl Romero, Luis Alberto Manzanelli y Hugo Herrera, junto a los que formó parte del grupo paraestatal Comando Libertadores de América.
A partir de la confesión de Barreiro, que fue sin público ni prensa a pedido del imputado, los integrantes del TOF 1 se acercarán hasta los lugares precisados junto a los represores y al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) para realizar una inspección ocular.
«Ya fue convocado el EAAF para que puedan determinar si efectivamente en esos lugares se encuentran restos humanos», explicó Díaz Gavier, aunque aún no se confirmó la fecha en que se realizará la incursión a los predios.
Tras la decisión de los represores de señalar los sitios de posibles enterramientos clandestinos, el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, afirmó que los hornos que utilizados para incinerar cuerpos «confirmaron lo que las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo venían diciendo hace tiempo: en Córdoba, (el comandante del Tercer Cuerpo de Ejército) Luciano Benjamín Menéndez tenía su propio Auschwitz».
El megajuicio de La Perla reúne 27 causas de lesa humanidad y se espera que a mediados del próximo año se conozca el veredicto.
Anteriormente, a fines de octubre, el EAAF había hallado restos humanos, así como también municiones y vestigios de ropa, en el predio de 10 mil hectáreas que perteneció al Ejército y hoy es un Espacio para la Memoria y la Promoción de los Derechos Humanos.