Cada encuentro que pasa parece que los arcos rivales se achican. Es que Central Córdoba solamente convirtió un tanto en seis partidos oficiales de esta temporada que disputó: cinco de ellos por el torneo de la C y uno por Copa Argentina en la derrota frente a Estudiantes de La Plata.
Cuando parecía que la sequía goleadora se había cortado el sábado pasado en Burzaco con el grito de Lucio Cereseto ante San Martín a los 6 minutos del segundo tiempo, en el duelo de este miércoles ante Midland se volvió a hacer presente la sequía.
Se sabe que en el fútbol es muy difícil ganar sin convertir en el arco rival y esto le está pasando a los de barrio Tablada, que se ubican en el fondo de la tabla y muy alejado del pelotón principal.
De ser uno de los equipos más goleadores la temporada pasada, en la cual anotó 56 tantos en 41 partidos, pasó a ser el que menos marca en la categoría, con solamente un grito en cinco presentaciones o lo que es igual a un gol en 450 minutos disputados, a los que se le pueden sumar 90 del duelo copero ante el Pincha.
Este miércoles fue 0-0 ante el Funebrero, que no le permitió enterrar la racha adversa de poco gol y ningún triunfo. Esa mala leche la deberá cortar ante el Tambero el sábado en Cañuelas.