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Corea del Norte vuelve a poner en alerta al mundo

Tras probar la bomba H, lanzó un cohete de largo alcance con el cual puso en órbita un satélite. Las potencias temen que sea un ensayo camuflado de un plan para atacar con bombas.

El gobierno de Corea del Norte, ajeno a las amenazas y la posibilidad de nuevas sanciones, lanzó ayer un cohete de largo alcance con el cual puso en órbita un satélite. La operación causó alarma mundial, ya que si bien el gobierno de Kim Jong-un insiste en que el lanzamiento es parte de un programa espacial exclusivamente científico, muchos países lo consideran un ensayo camuflado de un plan que busca dotar al régimen de Pyongyang de misiles intercontinentales capaces de llevar bombas atómicas hasta cualquier sitio del planeta.

Ni bien los medios surcoreanos difundieron las imágenes de la televisión estatal del vecino del norte, KCTV, sobre el lanzamiento, Washington, Seúl y Tokio pidieron una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York.

Las principales potencias del mundo condenaron “en los términos más enérgicos” el lanzamiento de Pyongyang y adelantaron que están trabajando en una nueva resolución que incluirá más sanciones que espera aprobar “lo más rápido posible”, según una declaración firmada tras la reunión de urgencia a puertas cerradas.

Acompañado de funcionarios de primera línea de su gobierno, el máximo líder norcoreano, Kim Jong-un, supervisó desde la sala de mando la operación y calificó el lanzamiento como “un éxito”.

El cohete de largo alcance despegó de la base de Sohae, en el noroeste del país, y voló durante nueve minutos y medio en dirección sur hasta liberar y poner en órbita el satélite Kwangmyongsong 4 (Estrella Brillante 4), un nombre que hace referencia al fallecido Kim Jong-il, padre del actual líder del gobernante Partido de los Trabajadores.

El Kwangmyongsong 4 está en órbita a una altitud de unos 500 kilómetros y porta “aparatos de medición y de telecomunicaciones necesarios para la observación de la Tierra”, según explicó la agencia aeroespacial norcoreana (Nada), que prometió más lanzamientos en el futuro.

Corea del Norte había anunciado la semana pasada que enviaría al espacio su segundo satélite –el primero lo puso en órbita en diciembre de 2012– este mes, haciendo uso del “legítimo derecho” de todos los Estados de “utilizar el espacio con fines pacíficos e independientes”.

Preocupación

La reacción del mundo, que desde hace años condena y sanciona cualquier escalada en las capacidades militares de la potencia nuclear asiática, no tardó en llegar.

China, el mayor aliado de Corea del Norte, “lamentó” que el gobierno de Kim haya efectuado el lanzamiento y, en un breve comunicado difundido por la agencia oficial Xinhua, recordó que varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU prohíben a Pyongyang realizar cualquier ensayo con tecnología de misiles.

En tanto, haciendo uso de un lenguaje bastante menos diplomático, el gobierno estadounidense advirtió en un comunicado que tomará “todas las medidas necesarias” para frenar lo que considera un avance militar de Corea del Norte.

Apenas unas horas antes del lanzamiento, el presidente Barack Obama había hablado por teléfono con sus pares de China, Xi Jiping, y Corea del Sur, Park Geun-hye, para reiterar su compromiso con una estrategia multilateral de presión contra Pyongyang por su programa nuclear militar.

Siguiendo esta estrategia, la presidenta surcoreana Park llamó a que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe “duras sanciones” contra su vecino del norte.

La preocupación internacional fue compartida por la Unión Europea y por Rusia. En un comunicado de su Cancillería, Moscú calificó al nuevo lanzamiento como una medida “miope” y “provocativa” que “ignora de nuevo el derecho internacional”, y advirtió que “lleva a una escalada en la península norcoreana y en el noreste de Asia”.

El Consejo de Seguridad de la ONU ya se había reunido de urgencia el mes pasado para discutir una prueba nuclear realizada por Corea de Norte el 6 de enero pasado, cuando probó una bomba de hidrógeno, conocida como bomba H. Pese a que la condena fue unánime, las potencias sólo acordaron seguir discutiendo nuevas sanciones contra el régimen.

A través de varias resoluciones, este órgano de la ONU prohibió a Pyongyang realizar cualquier ensayo con tecnología de misiles.

Las potencias mundiales sostienen que Corea del Norte desarrolla sus cohetes con una tecnología similar a la utilizada en misiles, por lo que aseguran que un lanzamiento espacial como el de ayer puede encubrir un ensayo de proyectiles balísticos intercontinentales, una tecnología que sumada a la capacidad nuclear del país asiático, puede convertirse en una grave amenaza para sus rivales.

Expertos calculan que el cohete lanzado por Pyongyang tiene un rango de más de 10 mil kilómetros de alcance, suficiente para abarcar gran parte del territorio continental de Estados Unidos, un enemigo declarado de ese país.

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