Un centro de simulación médica de la ciudad de La Plata capacita a médicos sobre cómo entubar a pacientes enfermos de coronavirus, a través de la práctica con muñecos que reproducen la fisiología humana; y además prueba los prototipos de respiradores que, en el marco de la emergencia, desarrollan universidades nacionales, informó una fuente médica.
Se trata del Centro de Simulación «Inspire», de la Federación Médica de la Provincia de Buenos Aires (Femeba) y funciona desde el 2017 en la ciudad de La Plata para brindar a los médicos la posibilidad de capacitarse con simuladores para reducir posibles daños que estas prácticas pudieran producir a personas reales.
El centro tiene salas con simuladores virtuales y maniquíes anatómicos con reacciones realistas; además de un laboratorio donde se imprimen en 3D aquellas partes con las que deben practicar.
El director del Centro Inspire, Juan Ignacio Cobián, explicó a Télam que «los equipos de salud se entrenan mediante la simulación, donde se crean escenarios de alta fidelidad, en un ambiente seguro para el personal de salud y los pacientes, que abarca todas las especialidades».
«Al comenzar la pandemia nos propusimos ver cómo podíamos colaborar con la comunidad de acuerdo a las necesidades que surgían, y vimos que había tres grandes problemas», precisó.
Detalló que uno de los problemas que evaluaron como factibles de darse en este contexto fue la falta de elementos de protección personal y desde nuestro Laboratorio Creativo generamos una mascarilla a partir de la impresión 3D y ya las repartimos a los distintos médicos de Femeba que están en distintos puntos de la provincia y en situación de vulnerabilidad».
«Otra situación que se planteaba era que en algún momento iban a faltar recursos humanos entrenados para entubar pacientes y que era necesario entrenar en esa habilidad», puntualizó Cobián.
El médico remarcó que «la habilidad de entubar lleva tiempo, tiene una curva de aprendizaje y es una tarea donde el profesional debe ponerse cerca de las vías aéreas del paciente enfermo, lo que lo hace muy peligroso por el alto riesgo de contagio».
«Ya estamos capacitando a profesionales en el distrito de General Lamadrid donde uno de nuestros instructores diseñó lo que llama videolaringoscopios con videos 3 D», explicó.
Luego contó que a los laringoscopios normales se le sumó una cámara en la punta que permite, al ser ingresado por la boca, «visualizar la vía aérea y a hacer mucho más fácil aprender a entubar ya que permite conectar el laringoscopio con una cámara al celular o monitor por lo que el médico ya no trabaja agachado sobre la vía aérea del paciente sino mirando la pantalla mientras hace el procedimiento».
Ante la posibilidad de que en algún momento del pico de la pandemia se requieran más respiradores mecánicos, diversas universidades nacionales comenzaron a diseñar sus prototipos, y los llevan a probar al Centro de Simulación platense.
«Encontramos que había tres grupos distintos que estaban trabajando en ventiladores mecánicos de muy bajo costo, como la Universidad del Sur, la Universidad del Centro y la Universidad Nacional de La Plata, que no trabaja en hacer respiradores sino en un dispositivo, detalló.
Cobian remarcó que «las pruebas in vitro se hicieron acá, con nuestros simuladores».
«Colocamos los respiradores a nuestros simuladores maniquíes y veíamos la interacción con el ventilador y los simuladores», detalló.
Destacó que «lo bueno es que a estos simuladores los convertimos en pacientes normales, sanos, sedados conectados a ventiladores y también diseñamos pacientes con infección grave por coronavirus y veíamos cómo podían responder a los ventiladores».
Cobian afirmó que «los tres proyectos pasaron muy bien las pruebas in vitro y generamos informes que ayudan a validar estos dispositivos que, esperamos, pronto estén en el mercado al alcance del sistema de salud».