Hace 8 años Juan Pablo Locatelli pasó por la esquina Laprida y Cochabamba y vio un mural que llamó su atención. Era una invitación a sumarse al refugio Sol de Noche. Al poco tiempo, participó de una reunión para nuevos voluntarios y desde entonces colabora con la asociación civil que durante las noches de invierno recibe a personas en situación de calle. Este año la casa de Pasaje Marconi al 2000 adelantó su apertura para alojar a quienes no tienen un techo bajo el cual pasar los días de aislamiento preventivo y obligatorio decretado por la pandemia. En la actualidad, conviven 14 hombres (aunque el refugio tiene capacidad para 62) de más de 35 años quienes pasan los días alternando las tareas de limpieza y cocina, con películas y juegos de mesa.
“Están con nosotros todo el día. Ya habían pasado por Sol de Noche y nos conocen. Entienden que hacemos un esfuerzo porque dejamos nuestros hogares y colaboran mucho. Nos llevamos bien. Somos una familia que convivimos: charlamos, miramos películas y jugamos al truco. La idea es pasar el tiempo”, contó Locatelli a El Ciudadano.
Los 14 hombres llegaron a la casa de zona oeste el viernes 20 de marzo después que el municipio hiciera un relevamiento de personas en situación de calle y los invitará a alojarse. Según contó Locatelli, dormían en la Terminal de Ómnibus o en plazas. Están distanciados de sus familias y no tienen un lugar donde pasar la cuarentena. Para respetarla, permanecen las 24 horas dentro del refugio a donde no ingresan otras personas. Antes de entrar, les dieron ropa limpia, toallas y jabones. Duermen tres personas en cada habitación para respetar distancia. Tienen chequeos médicos y están acompañados por los voluntarios durante todo el día.
“Fue un cambio porque estamos siempre en el refugio. Hacemos turnos y guardias de 24 horas en pareja. Preparamos el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena, y organizamos algunas actividades. Ellos están predispuestos y los sumamos a las tareas de cocina y limpieza. Están bien de salud pero les pedimos que no salgan para cuidarlos”, contó Locatelli, quien trabaja en una empresa de turismo que momentáneamente cerró sus puertas por la cuarentena.
“Ahora podemos estar con ellos todo el día porque muchos no estamos trabajando. Vamos a ver cómo nos organizamos si se levanta la medida. Es una satisfacción muy grande estar acá porque recibimos mucho cariño y muestras de agradecimiento. Eso te da energías. El mayor capital es la cercanía con ellos que te toman como familia. Más allá de lo asistencial, lo mejor es poder hablar y conocer sus historias”, agregó.
Cómo colaborar
Desde Sol de Noche dijeron que para la cuarentena contaron con provisiones. “La Municipalidad nos dio algunas cosas, otras las teníamos porque estábamos cerca de abrir y nos estábamos preparando. Tuvimos muchas donaciones de personas, empresas y negocios. Nos conocen y tenemos buena recepción”, explicó Locatelli.
Y agregó que quienes deseen colaborar pueden hacerlo con máquinas de afeitar, desodorantes y talco. También con alimentos, si es posible pollo y carne. Pueden contactarse con el refugio a través de las redes sociales, llamar al 4563511 o enviar un Whatsapp al 152-827133.
Contención
A partir del aislamiento obligatorio, la Municipalidad de Rosario puso en marcha un operativo para las personas en situación de calle y abrieron cuatro espacios -en el noroeste, sur, norte y centro- para alojar a quienes sean consideradas población de riesgo. Previo a eso, hicieron un relevamiento donde trasladaron a cerca de 100 hombres y mujeres. Otras 186 personas continúan en la calle. A ellas, la Universidad Nacional de Rosario les reparte viandas al mediodía y el centro de ex combatientes de Malvinas otras a la noche.
“Una de las estrategias de contención social del concejo de emergencia para las personas en situación de calle fue el operativo en el que habilitamos cuatro espacios municipales a los que se sumó el refugio Sol de Noche. Son centros de aislamiento que permiten que las personas estén las 24 horas. Aceptaron ingresar voluntariamente pero si salen no pueden volver. La prioridad fue la población de riesgo”, dijo el Secretario de Desarrollo Humano, Nicolás Gianelloni.
Además de estos espacios, el municipio puso a disposición el polideportivo Lotuf y el Club Atlético del Rosario para que las personas puedan ir a higienizarse durante todo el día. También hicieron rondas sanitarias donde las vacunaron contra la gripe y les hicieron chequeos médicos a cargo del personal de la secretaría de Salud.
“Se acerca el invierno y tenemos que pensar lugares complementarios. Tenemos una red de organizaciones sociales que trabaja en conjunto con el municipio para buscar estrategias”, agregó Gianelloni.