En medio de los anuncios del gobierno nacional para hacer frente a la expansión del coronavirus, la activista travesti Violeta Alegre escribió una carta al presidente Alberto Fernández en la que alertó sobre la crítica situación del colectivo trans de la Argentina ante la pandemia que sacude al mundo. Alegre pidió que entre las medidas económicas se aplique un subsidio alimentario y habitacional para este colectivo con el fin de poder pasar la cuarentena sin morir en el intento. Es que las personas travestis, trans y transgénero son uno de los grupos sociales más vulnerables del país. Tienen un promedio de vida de 35 años, muchas son grupo de riesgo y el 90 por ciento no tiene otra salida laboral que no sea el trabajo sexual. En el Día Nacional de Derechos de las Personas Travestis y Trans, El Ciudadano habló con tres referentes de Rosario sobre la situación del colectivo ante el coronavirus.
El 18 de marzo fue elegido en Argentina como fecha para visibilizar los derechos de las personas trans y travestis en homenaje a Claudia Pía Baudracco, activista que murió ese día de 2012. Fue una de las impulsoras de la Ley de Identidad de Género aunque murió antes de que ese derecho sea votado en el Congreso nacional e implementado en todo el país.
Este lunes la carta de Violeta Alegre al presidente abrió la discusión sobre cómo afrontará la crisis económica que genera el coronavirus uno de los sectores más vulnerables y precarizados. En un país en el que el 40 por ciento de la población no tiene trabajo registrado se hace difícil cumplir con las medidas de cuarentena sin perder los ingresos. Y si esas personas son de colectivo travesti trans más aún.
En Argentina las personas travestis y trans tienen un promedio de vida de 35 años por la discriminación y violencia de las que son blanco desde la infancia. Según un informe elaborado en 2015 por la Federación de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Trans, el 90 por ciento no accede a un empleo formal. Para el 95 por ciento, el trabajo sexual es o fue la única salida laboral.
Jackeline Romero es activista travesti e integra el Área de Género y Sexualidades de la UNR. En su opinión, el coronavirus impacta directamente sobre los cuerpos trans y travestis porque no tienen inclusión real ni sustento económico para pasar la cuarentena sin trabajar. “Se están tomando medidas de restricción total en Tierra del Fuego y el Chaco pero las compañeras no son contenidas bio-psico-socialmente. La mayoría son trabajadoras sexuales y su única forma de sobrevivir, comer y pagar el alquiler es con el día a día. Hoy no pueden trabajar porque con el coronavirus y la cuarentena lo impiden o salen igual y corren riesgo”, dijo.
Para ella falta voluntad política y planes de emergencia para sostener y contener a la población trans. “Sobre todo si pensamos en la vulnerabilidad que muchas tenemos por inmunodepresión. Las crisis económicas siempre atraviesan e impactan en los cuerpos más vulnerables, en este caso de travestis y trans de Argentina y del mundo.
Por el cupo y ayuda en la crisis
Pamela Rocchi opinó en el mismo sentido. Ella es activista y trabaja en la Legislatura de Santa Fe como asesora en el bloque socialista. “El coronavirus es un factor más que se suma a la vulnerabilidad de todos los días. Nuestra comunidad está siempre a la deriva de la salud y el ambiente. La mayoría de las compañeras ejercen la prostitución y esto conlleva un montón de cosas. Si bien nuestras enfermedades siempre fueron muchas, porque estar paradas en la esquina toda la vida trajo un montón de problemas, esto es algo más que se suma y preocupa”, opinó.
“Faltan políticas públicas a nivel provincial para que a las compañeras les llegue desde un alcohol en gel, un barbijo o ayuda económica. Muchas han dejado de ejercer el trabajo sexual por miedo al contagio pero la mayoría que están en la esquina no pueden hacerlo porque viven el día a día. Por eso exigimos al gobierno provincial la implementación urgente del cupo laboral trans”, dijo en relación a la norma sancionada en 2019 y promulgada el 3 de diciembre por la gestión anterior pero que aún no fue implementada. “Es una buena oportunidad para exigirlo para que cualquier compañera tenga un trabajo y una obra social y no estar expuestas como estamos hoy”, dijo.
Además, consideró que las medidas económicas que está tomando el gobierno nacional son acertadas porque apuntan a las y los más vulnerables. “Sería importantísimo que tengan un gesto hacia la comunidad trans de la Argentina y que haya algún presupuesto para paliar por todo esto que estamos pasando”, agregó.
Que la sociedad escuche y entienda
Michelle Vargas Lobo integra Comunidad Travesti de Rosario y La Casa de las Locas, espacio cultural de diversidad sexual, y es asesora de la concejala Alejandra Gómez Sáenz. Cuando leyó la carta de Violeta Alegre coincidió con cada palabra. “Históricamente las travestis y trans hemos tenido exclusiones de todos los sistemas: el seno familiar, la educación, la vivienda o el trabajo. Hoy en día tenemos la expectativa de que puede haber un cambio en las políticas pero somos conscientes del cambio social y cultural va a llevar tiempo. Si bien hoy tenemos un marco legislativo que amplia nuestros derechos para darnos mejor calidad de vida, la sociedad todavía no está preparada. Por eso encontrar trabajo, acceder a una vivienda o alquilar son dificultades para nosotras. Nos cuesta proyectarnos y soñar porque estamos imposibilitadas”, dijo.
Para ella, cumplir con las medidas preventivas anunciadas para toda la sociedad es muy difícil. “La mayoría de las compañeras están atravesadas por el trabajo sexual, viven el día a día. No tienen otra alternativa que salir a la calle por más que no quieran hacerlo. Nuestra situación se venía agravando con los cuatro años de neoliberalismo en los que la economía se fue a pique. Eso impactó mucho porque muchas compañeras que trabajaban en departamentos privados tuvieron que volver a la calle porque ya no había clientes y tenían que salir para pagar el alquiler”, agregó.
Para ella todas las crisis económicas siempre las dañan más por las características de las vidas travestis y trans. “No podemos pensar en cuarentenas y estar resguardadas en nuestros hogares. Son pocas las que tienen una familia que las banque. De hecho, hay toda una generación que no tenemos familia ni quien nos sostenga. Se nos complica muchísimo, queremos hacerlo para cuidarnos entre todes pero no podemos”, dijo.
Vargas Lobo consideró que el Estado debe garantizar las condiciones para que puedan resguardarse. “Una de las poblaciones de riesgo con el coronavirus son las personas inmunodeprimidas y gran parte de las travestis y trans estamos atravesadas por distintas enfermedades. Tenemos muchas con defensas bajas y a lo mejor no lo sabemos porque no siempre podemos ir al hospital. El Estado debe garantizar techo y comida para las compañeras más vulnerables”, opinó.
Por último, hizo un llamado a la tolerancia: “La sociedad tiene que entender nuestra situación porque todavía hay una ceguera en ver nuestra realidad. Cuesta entender que fuimos echadas de nuestras casas, que no pudimos estudiar, no porque no quisimos sino porque nos expulsaron de las escuelas. Cuesta entender que la mayoría no elegimos ser trabajadoras sexuales sino que no tuvimos otra opción. Falta mucho para abrir los ojos y es necesario que en este momento en que pensamos en cuidar al otro o la otra, pensemos en cuidar a las travestis y trans”.
La carta de Violeta Alegre a Alberto Fernández
Sr. Presidente Alberto Fernández:
Entendiendo y aceptando la responsabilidad social que nos propone asumir, quisiera manifestarle nuestra preocupación como colectivo. La población Travesti-Trans en nuestro país padece particularidades sociales que nos ponen en situaciones específicas, agravando nuestra vulnerabilidad e incapacitándonos para tomar las medidas sanitarias propuestas en vistas de evitar la propagación de la pandemia por el COVID-19; lo cual no solo atenta contra nuestra salud, sino contra la de la sociedad toda.
Si bien nos encontramos en una coyuntura que nos da esperanzas para el avance de nuestros derechos, somos conscientes también de que el cambio social llevará tiempo. Por ese motivo, la falta de acceso a Derechos Humanos fundamentales como el trabajo, la educación, la vivienda y la salud continúan siendo una realidad alarmante para nuestra población.
Casi el 90% de nuestra comunidad encuentra como único sustento la prostitución. Gran parte no contamos con un respaldo familiar y social para tomar las medidas propuestas, de modo que construimos otras maneras de familiaridades que en su mayoría son con otras compañeras en la misma situación de vulnerabilidad.
El hecho es que mayormente el soporte para nuestra alimentación y vivienda requiere obligadamente el contacto con otras personas, fundamentalmente en el intercambio de servicios sexuales. En esta particular coyuntura, la demanda no ha disminuido, lo que pone en riesgo tanto a quienes contratan esos servicios (que mayormente tienen familias) y a nosotras que desconocemos el origen de esas personas. Pero que no tenemos más alternativas para garantizar nuestra supervivencia.
Ante esta preocupante situación le pedimos por favor garantice la alimentación y la vivienda a través de un subsidio de emergencia para nuestra población.
Quedamos atentas al diálogo y a diagramar un esquema urgente que atienda nuestras especificidades.
Atentamente,
Violeta Alegre, activista Travesti
La vulnerabilidad en números
En Santa Fe la población asciende a 1.200 personas, según la Encuesta Provincial de Vulnerabilidad de la Población Trans elaborada en 2019 por el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (IPEC) y la ex Subsecretaría de Diversidad Sexual de Santa Fe. Se trató del primer y único estudio de este tipo de Argentina y Latinoamérica y arrojó datos sobre un tercio de la población travesti-trans de la provincia. De acuerdo con el estudio, sólo el 5 por ciento accedió a un estudio terciario o universitario. El 75 por ciento sufrió burlas, insultos, maltratos y las han llamado por el nombre o género que no es el autopercibido y el 47 fue víctima de la Policía. Como consecuencia de la violencia y la discriminación el 65 por ciento dijo que se había autolesionado, 75 por ciento tuvo problemas de consumo de alcohol, el 77 de otras sustancias y el 78,6 sufrió patologías alimentarias.
Una de las políticas que exige el colectivo es la implementación del cupo laboral trans, que establece un porcentaje de los ingresos al Estado para personas trans. El año pasado la Legislatura de Santa Fe aprobó la ley pero la gestión actual aún no la implementó. Previamente, 10 ciudades de la provincia habían hecho ordenanzas de cupo. Rosario fue la primera en 2016 y la implementó en 2017.
Colecta nacional de Ammar por el coronavirus
Ammar, el sindicato de nuclea a más de 6 mil trabajadoras y trabajadores sexuales en todo el país, lanzó una colecta para ayudar a quienes son más vulnerables en el contexto del coronavirus. El dinero recaudado será girado a todas las delegaciones para generar un fondo para “afrontar situaciones de extrema vulneración, como el pago de los hoteles familiares donde viven la mayoría de nuestras compañeras”.
“En situaciones como la que debemos afrontar frente a la pandemia del coronavirus, qué distinto sería para las trabajadoras sexuales que nuestros derechos estén reconocidos y un Estado presente que genere políticas públicas para nuestro sector. No nos entraría la desesperación, tendríamos respuestas desde el Estado para afrontar los días que estaremos imposibilitadas de trabajar, respuestas para afrontar nuestra economía y todo lo que depende de nuestros ingresos: alimentación para nuestrxs hijxs, alquileres, tarjeta sube, vestimenta, medicamentos, útiles escolares entre muchas cuestiones básicas para poder vivir que nuestro entorno depende sólo de nuestro ingreso económico, de nuestro trabajo”, dijeron en un comunicado.
En Rosario la delegación local recibe alimentos no perecederos en la sede de Tucumán 1349, La Toma, los días martes y jueves de 16 a 19. La colecta tendrá como destinatarias a las “compañeras trabajadoras sexuales jefas de hogar que tienen a su cargo entre uno y siete hijxs”, señalan en el texto. La cuenta para colaborar es CC191-001-086085/2.