Los transportistas escolares de Rosario expusieron su delicada situación económica en medio de las medidas restrictivas que provocó el coronavirus. Solicitan algún tipo de auxilio del Estado municipal, provincial o nacional ya que ante la inactividad su facturación se redujo a cero y la mayoría de ellos son el único sostén para mantener a sus familias.
Son casi 300 choferes de la ciudad que empezaron el año con una merma en la actividad producto de la recesión económica y que ante esta situación se vieron directamente obligados a apagar los motores. Ante esta situación solicitan una línea de créditos blandos y una exención de impuestos al rubro para sobrevivir.
Advierten que hasta el momento no fueron incluídos en ninguno de los paquetes asistenciales ya anunciados para contener a sectores afectados. En ese sentido, este martes enviaron una solicitud para ingresar a la línea de créditos destinado a pymes y taxistas anunciado por el intendente Pablo Javkin.
El panorama para este sector comenzó a complicarse con la suspensión de clases presenciales anunciada el domingo 15 y que entró en vigencia el lunes 16. Si bien el período inicial contempla catorce días consecutivos de parate en la actividad escolar, el plazo se extenderá al menos hasta el 12 de abril.
Aunque la prórroga de la cuarentena tendrá fecha de vencimiento luego de semana santa, el reinicio de clases sigue siendo una incógnita. Tanto el presidente Alberto Fernández como el ministro de Salud, Ginés González García, dieron a entender que no pretenden apurar el retorno de los alumnos a las aulas.
Parados
Ante esta realidad, los transportistas escolares solicitan un auxilio que los ayude a transitar la inactividad de alguna manera. Advierten que ante la voluntad del Ejecutivo en extender la inactividad en escuelas, (entre parate y vacaciones de invierno) el reinicio de sus labores no tendrá inicio antes de agosto.
“Somos entre 250 y 300 transportistas. El 80% estamos complicados, y el otro 20% cuenta con otro ingreso en la familia”, manifestó Ariel Guala, referente de la Cámara de Transportistas Escolares de Rosario.
Desde la entidad advirtieron una merma en la demanda durante el inicio del ciclo lectivo, pero las medidas preventivas anunciadas por el gobierno nacional a mediados de marzo, terminaron de poner un freno a la actividad.
“El 2019 vino mal de trabajo, terminó ese año y la gran mayoría no tuvo colonias, fueron tres meses sin nada, vivíamos de alguna que otra changa”, contó a este diario. De hecho, reconocieron que en la reanudación de las clases de este año, la tarifa por alumno se ubicó hasta 1000 pesos por debajo de una número que les deje algo de ganancia.
Guala reconoció que muchos “arrancaron a 3500 pesos mensuales por alumno pero no lograban llenar el transporte”. De manera que ni siquiera el comienzo les dio un impulso inicial como para sostenerse los meses siguientes.
Excluidos
Los choferes aseguran sentirse «excluidos» de los anuncios económicos efectuados por el gobierno nacional en los últimos días. La mayoría de ellos corresponden a la categoría de monotributista clase C y por el momento continúan al día con los impuestos que demanda la actividad.
Ante este contexto, solicitan una línea crediticia a bajo interés y la suspensión de obligaciones durante algunos meses. Desde la cámara llegaron a considerar que entre el parate y las vacaciones de invierno “hasta agosto” no van a volver a trabajar.
Teniendo en cuenta el escenario, este martes decidieron solicitar al Ejecutivo municipal el acceso a una de las líneas crediticias anunciadas por el intendente Pablo Javkin. Se trata de unos 1.000 millones de pesos en créditos destinados a Pymes y taxistas de la ciudad.
Barajando este anuncio como posibilidad, Guala manifestó: “Enviamos la solicitud y nos dijeron que nos van a mandar los formularios para llenar con los montos que pretendemos”. Para este caso el crédito es a pagar en 24 meses con una tasa del 24% anual.
En caso que esta posibilidad se concrete, aún tienen que atender un listado de obligaciones que demanda la actividad. Entre ellas están los impuestos al transporte escolar, la tasa de Fiscalizacion, de Desinfección, Monotributo, Ingresos Brutos, seguro y Patente. Buscarán que exista una excepción en todos estos casos mientras dure la inactividad.