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Coronavirus: un análisis de una enfermedad que preocupa al mundo

Luego que la Organización Mundial de la Salud le defina un nuevo nombre a este virus, el epidemiólogo Mariano Gianello analizó los alcances del mismo y sus consecuencias en el plano internacional, nacional y local.

Gonzalo García/UNR

El coronavirus es noticia recurrente y está en boca de todos. El epidemiólogo Mariano Gianello, docente de la cátedra de enfermedades infecciosas de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario, analizó la aparición de este virus y lo que provoca en el contexto mundial, nacional y local.

La semana pasada la Organización Mundial de la Salud bautizó a este nuevo germen con el nombre de “COVID-19”, luego de dos días de intensas reuniones de científicos en Ginebra. La enfermedad, que hasta ahora fue llamada simplemente “coronavirus” necesitaba su nombre propio porque en realidad es una de los diferentes tipos que existen, muchos de los cuales sólo afectan a los animales. “Es importante definirla porque este nuevo proceso infeccioso nos plantea grandes desafíos a la comunidad médica. Si no lo hacemos, comienzan las confusiones y desinformaciones sobre las vías de transmisión y cuales son sus procesos. Hay que ser cautos de qué información se da para evitar justamente un malentendido”.

Según se explicó en la conferencia el nombre COVID se compone de CO por Corona, VI por virus y D por disease (“enfermedad”, en inglés). El número 19 corresponde al año 2019, ya que fue descubierto en los últimos días de diciembre pasado.

Muchos medios de comunicación han dado por sentado que se trataba de una pandemia, sin embargo, según explica Gianello, no llegó a ese nivel. “Es una enfermedad con rango epidémico producida por un nuevo virus que recién se está conociendo en todos sus aspectos. Todavía falta dilucidar con claridad cómo se originó y cuáles son todas sus posibles vías de transmisión. Por ahora en varios países no hay casos confirmados por lo que no podemos hablar de pandemia, aunque hay que tener el cuidado que merece la situación”.

Gianello recuerda que una de las pandemias más recientes fue la de Influenza, o mal llamada gripe porcina, del año 2009. “Esa sí fue una infección pandémica por el número de muertos que produjo y la falta de posibilidades de ponerle un cerco epidemiológico a esa diseminación viral. Al no conocerse llevó a confusiones, por ejemplo hubo lugares con fusil sanitario para todos los porcinos, porque se creía que el que comía esa carne se podía infectar cuando en realidad luego se llegó a la conclusión que no era así”.

Los números marcan que hay cerca de 70.000 infectados y que estos valores van creciendo día tras día. A fines de enero la Organización Mundial de la Salud hizo pública una alarma por la gran población de China y la migración que frecuenta. “Creo que este virus no se expandió como se esperaba porque las autoridades sanitarias chinas rápidamente generaron un cerco con la medida de aislamiento de toda la ciudad de Wuhan y la región a la que esta pertenece. El hecho de tener la mayoría de los casos ahí aislados controló un poco este virus pero hay 27 países con casos confirmados”.

Los países infectados fuera de China responden a Asia, Europa, Oceanía y Norteamérica, sumando unos 300 casos y dos muertos: uno Hong Kong y otro en Filipinas. África y Sudamérica por ahora no registran casos y se descartaron recientemente dos posibles infecciones en Brasil y Perú.

“La mayoría de las personas que fallecieron tenían más de 65 años, muchas con problemas cardíacos, renales y respiratorios. A esto hay que sumarle los pacientes de menor edad pero que padecen ciertas afecciones. Se está estudiando a la mujeres embarazadas para ver si hay algún mecanismo de transmisión y a los niños pequeños hasta los seis años ya que en general sufren algunas enfermedades respiratorias a esa edad, como por ejemplo la gripe”.

Al tener su auge en China el COVID-19 parece un mal lejano, distanciado de la realidad de nuestro país. Sin embargo, al haber una gran movilidad internacional, el virus viaja más rápido. “Tenemos la suerte de no tener viajes directos a China y a toda Asia, es decir que hay escalas. Eso genera una oportunidad para detectar casos sospechosos y planificar estrategias para que el virus no ingrese. Pero hay que ser cautos y estar prevenidos”, avisó el especialista.

Por esta razón se vuelve esencial el papel de las autoridades nacionales, desde el Ministerio de Salud orquestando de manera estratégica con los niveles provinciales y locales, para atender los casos sospechosos de personas que llegan de China o de otros países con casos confirmados.

Medidas a tener en cuenta

Gianello subraya que más allá de que todavía no haya una vacuna para el COVID-19, es necesario respetar las medidas básicas para prevenir la diseminación de este virus como de cualquier otro. “Es muy importante el lavado exhaustivo de las manos, aislamiento de contacto en el caso de todos los pacientes sintomáticos respiratorios y aprovechar la ventana de oportunidad que da el virus para diagnosticarlo precozmente”.

Casualmente hace días científicos e investigadores argentinos dieron a conocer que desarrollaron un prototipo de kit de detección rápida del coronavirus que permite saber si una persona está contagiada en apenas 60 minutos. Se trata de una tirita muy similar a la aplicada para las pruebas de embarazo configurada específicamente para detectar enfermedades infecciosas y mutaciones genéticas.

El epidemiólogo resalta que son elementales las normas de higiene, como los barbijos, guantes y elementos descartables. “Hay que recordar taparse la boca y la nariz cuando se tose o estornuda porque esas secreciones ayudan a transmitir el virus”.

Epidemias locales

Argentina tiene actualmente enfermedades epidémicas más apremiantes que el COVID-19. Una enfermedad respiratoria que golpeó con fuerza en nuestra región es la Influenza o mejor conocida como gripe. Se sabe que la misma tiene una estacionalidad pero con el cambio de las condiciones climáticas el virus fue mutando. “El año pasado en Rosario hubo un caso en pleno febrero. Si bien se resolvió sin problemas, se detectó en verano y eso antes era impensado. Es importante que los grupos de riesgo se vacunen contra la gripe sí o sí: mayores de 65 años, embarazadas, niños, pacientes con patologías crónicas debilitantes como insuficiencia cardiaca y renales, entre otros. También todos los profesionales que trabajamos en la salud para no ser transmisores del virus”.

Por otro lado, en la zona conformada por el triángulo entre Pergamino, San Nicolás y Rosario hay un gran índice de casos de hantavirus, causado principalmente por “las secreciones de los ratones colilargos que habitan las rutas en búsqueda de comida y el humano al tomar contacto con esas secreciones puede desarrollar una enfermedad severa que afecta los pulmones y riñones, con una mortalidad mayor a lo que podría ser un coronavirus”.

El hantavirus se puede transmitir por inhalación, es decir, cuando se respira en lugares (galpones, huertas, pastizales) donde las heces o la orina de los roedores infectados desprendieron el virus contaminando el ambiente. Además, puede transmitirse por contacto directo, mordedura de roedor o estando muy cerca de un enfermo.

Otra enfermedad a la que hay que estar muy atentos es al dengue y aunque si bien abundan las campañas para evitar que se reproduzca, no hay que dejar de tener cuidado. Este jueves las autoridades de Salud de Santa Fe y Rosario dieron a conocer detalles de los dos primeros casos de dengue autóctono que se producen este año. “Sabemos que es un protagonista casi anual de los últimos años y que nuestra zona ha sido muy afectada. Es necesario seguir recordando las medidas de prevención para poder disminuir los riesgos de contagio”.

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