La ópera de Barcelona brindó un concierto en el Gran Teatro Liceu ante 2.292 plantas, ubicadas en las butacas, con el fin de reflexionar sobre estado de la naturaleza ante la reducción de tránsito de las personas.
Después de meses en silencio, el emblemático teatro de ópera decidió retomar su actividad con una metáfora de los últimos meses de confinamiento en los que la naturaleza recuperó terreno al ser humano.
La platea, el anfiteatro y los tres pisos de palcos del emblemático teatro de la ópera de Barcelona fueron ocupados por ficus, palmas, monsteras y hasta 2.292 plantas verdes que contrastaban con el rojo de las butacas y el dorado de las columnas.
Ideado por el artista conceptual Eugenio Ampudia, el espectáculo invitó al ser humano a reflexionar sobre «la sostenibilidad» y «las relaciones con la naturaleza». La idea se le ocurrió durante el confinamiento, cuando escuchaba con más fuerza que nunca el cantar de los pájaros y veía cómo las plantas de cerca de su casa crecían con más brío.