La Corriente Federal de Trabajadores (CFT) que lideran Sergio Palazzo (bancarios), Héctor Amichetti (gráficos) y Mario Almirón (docentes privados) criticó a la CGT por el acuerdo logrado con el Gobierno y reiteró su reclamo a que la central obrera convoque a un paro nacional.
En un comunicado de prensa, la Corriente «sostuvo y sostiene que el Consejo Directivo de nuestra central obrera debe ajustar su cometido a los expuesto unánimemente en el Comité Central Confederal, que le otorgó mandato para disponer un paro general».
«Ese Comité Central Confederal -añadió- siguiendo el análisis del documento ‘De Mal en Peor’ previo al Congreso de la CGT, definió que el esquema económico impulsado por el Gobierno muestra la peor cara hacia los trabajadores y la gran mayoría de los argentinos, hay un aumento de la pobreza, una brusca caída del consumo y perspectivas económicas y sociales que ensombrecen aún más el horizonte y así sigue siendo la realidad».
Al respecto, agrega que «hubo y hay una definición concreta: el problema es esta política económica que afecta al empleo, al poder adquisitivo de las familias trabajadoras, a la industria y al interés nacional».
Asimismo, destaca que «muy poco de ello fue tenido en cuenta en los escasos resultados de las gestiones ante el Gobierno. Por el contrario. La realidad dice que se aceptó la lógica de esa orientación económica que excluye a millones de trabajadores del empleo estable y los relega al papel de ciudadanos de segunda, encerrándolos en la lógica perversa del asistencialismo».
El texto añade que «tras los confusos anuncios sobre bonos insuficientes, que tienen demasiadas exclusiones y de ninguna manera se corresponden con los reclamos reales de los trabajadores, se pretende vender que se ha establecido el diálogo. Limitado, eso sí, a ese esquema de gobierno que beneficia a los muy ricos en perjuicio de los pobres, los sectores medios, las cooperativas, los emprendimientos familiares y las pymes».
El comunicado finaliza con que «la CGT debe convocar a un paro nacional para poner límite a una gestión de gobierno irresponsable, exigiendo que cesen los despidos y suspensiones, que se reabran las paritarias, que se derogue el impuesto al salario, que se proteja al trabajo argentino restringiendo la apertura de importaciones. Que se cambie la política económica».