Corsalini: “Una obra estratégica para Pérez sería mejorar la conectividad con el resto del área metropolitana”

Pablo Corsalini va por su tercer período al frente de la intendencia de Pérez, una ciudad que vio crecer con fuerza su matriz productiva. En diálogo con El Ciudadano, el dirigente del peronismo, que aspira a conducir un proceso de renovación partidaria, reflexionó sobre la importancia del crecimiento estratégico para la región, eligió obras clave que le gustaría que se hagan, habló de sus prioridades de gestión y también definió qué le sobra y qué le falta al gobierno provincial de Maximiliano Pullaro.

—¿Se está pensando estratégicamente el Gran Rosario desde el Ecom?

—Hubo dos momentos claros del Ente de Coordinación Metropolitana. Una primera etapa donde pudimos desde las localidades armar todos nuestros planes urbanos, nuestro ordenamiento de suelos, con acuerdos metropolitanos, sobre todo con las localidades vecinas. La pandemia de alguna manera interrumpió ese trabajo y hoy no se está dando un acuerdo político claro entre las distintas localidades para unificar una agenda clara, que contemple transporte, una agenda que pueda dar prioridad a las obras de las distintas ciudades, una agenda que tenga que ver con lo ambiental, porque hay muchas localidades que disponen sus residuos en otras. Hoy está faltando unificar esa agenda de temas y no hay claridad ni intenciones de querer liderar ese espacio.

—Si tuvieras que elegir una obra estratégica para la ciudad, ¿cuál sería?

—Una obra estratégica sería mejorar la conectividad de la ciudad, con el resto del área metropolitana. Eso es clave, sobre todo porque venimos trabajando en lo que es potenciar nuestra raíz productiva, hoy con nuestros parques industriales, y sin lugar a dudas que mejorar la conectividad significa mejorar la logística. Pérez está posicionado en un lugar estratégico para al desarrollo productivo y el desarrollo industrial. Por eso la conectividad es lo que hoy nos está faltando para cerrar esta gran propuesta, que tiene que ver con la identidad de Pérez.

—¿Qué obras en particular?

—Puntualmente la que tiene que ver con el desvío Pérez, que es correr la traza de la 33, para unir la A012 con Uriburu, para conectar en Circunvalación. Y la otra gran obra tiene que ver con la segunda ronda, que es el segundo anillo del Circunvalar, una obra que nos conecta directamente con el aeropuerto, lo que en términos logísticos y sobre todo pensando en el movimiento de carga y de productos, para todo el desarrollo productivo de nuestra ciudad, es estratégico en bajar los costos del transporte.

 

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—¿Una obra estratégica para la región?

—Hay que terminar con la construcción del acueducto Gran Rosario, porque contar con agua de calidad para todas las localidades del área metropolitana, no solamente para la ciudad de Pérez, es clave y es importante en el desarrollo, sobre todo en los tiempos que estamos viviendo. Que hoy tengamos que estar renegando con la calidad del agua creo que habla mal de la dirigencia y de la política en su conjunto. Hay que terminar el acueducto del Gran Rosario y garantizar obra de calidad en el área metropolitana.

—¿Una obra estratégica para la provincia?

—Una obra estratégica para la provincia tiene que ver también con la conectividad y es la construcción de la Autovía. Yo creo que la Autovía en la ruta 33, no solamente por lo que significa la llegada de los granos a los puertos, sino también pensando en que en toda la traza Rosario Casilda cuenta con dos universidades. Tenemos que darle desarrollo a todo ese frente sur en materia de producción, en materia de darle valor agregado a los productos y favorecer el desarrollo productivo de la región. Eso es clave si podemos mejorar las condiciones de la ruta 33, una ruta que viene con muchos antecedentes negativos, con muchos accidentes significativos, sin ningún lugar a dudas esta sería una obra estratégica para la provincia.

—¿Pensás que Nación puede sostener la idea de bajar a cero la obra pública?

—La obra pública cero es muy difícil sostenerla, y hay que dividir en dos tipologías, de alguna manera. Poder sostener los planes de vivienda que teníamos en nuestra ciudad, con 300 módulos habitacionales a través de Procrear, es pensar en un modelo de un gobierno nacional que te acompaña. Pensar en las intervenciones de ReNaBap que veníamos desarrollando en los barrios populares es hablar de obras de infraestructura de altísimos montos. Eso es muy difícil si no lo hacemos con las herramientas que tiene el gobierno nacional, en este caso con la ley de ReNaBap. Ahora, sí hacemos muchos esfuerzos para que con recursos propios y algunos acuerdos con el gobierno provincial podamos sostener los servicios, mejorándolos, y sobre todo acompañar a los otros sectores de gestión que tiene que ver con la salud y la educación, donde mucho tienen que ver los gobiernos locales para poder sostenerlos.

—¿Soñás con ser gobernador?

—Quiénes eligen la política, como en mi caso, que arranqué hace quince años y atravesé todos los estadíos: militante, concejal y cargos de gestión, claramente que se prepara para esa instancia. Yo creo que lo que me gustaría es poder construir un proyecto político, liderarlo y que sea una alternativa de gobierno para esta provincia.

—¿Cuál es tu prioridad de gestión?

—La prioridad de gestión hoy, después de haber resuelto todos los indicadores de infraestructura, que no eran menores, es poder trabajar en todo lo que tiene que ver con nuestra matriz educativa. Trabajar en la posibilidad de que nuestros adolescentes, nuestros jóvenes, puedan acceder a los estudios terciarios. Estamos teniendo vínculos con algunas casas de estudio para que podamos hacer extensiones universitarias y los jóvenes de nuestra ciudad tengan acceso a la educación.

—¿Qué le falta y qué le sobra al gobierno de Pullaro?

—Lo que le está faltando al gobierno de Pullaro es tiempo para poder seguir desarrollando, ordenando, y teniendo claridad en todas las políticas públicas que va a ir desarrollando en las distintas áreas de gobierno. Se empieza a ver alguna agenda de trabajo, pero hay que profundizarla. Y creo que lo que le sobra es capacidad de diálogo, viene de ser ministro, de poder vincularse con los distintos intendentes y presidentes comunales, más allá de las ideologías políticas. Nos ha dado ya dos instancias de trabajo para que podamos acordar y unificar algunos puentes directos con los ministros y poder desarrollar aquellas políticas que necesitamos en cada uno de los territorios. En ese sentido, la verdad es que hay que acompañarlo, el desafío que está llevando adelante es muy fuerte, no solamente en materia de seguridad, sino que también en todo este reordenamiento a nivel nacional que está habiendo, en líneas generales.