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«Corta Hilacha”, una cooperativa textil de mujeres que confecciona prendas sustentables

Desde hace dos años tienen un taller en Empalme Graneros donde fabrican barbijos, remeras, y toallitas higiénicas. Es una salida laboral, pero también un lugar de referencia y contención para acompañar situaciones de violencia o vulneración.

 

Corta Hilacha es una cooperativa textil que desde hace dos años integran mujeres de Empalme Graneros. Aprendieron el oficio en 2018, a partir del programa Nueva Oportunidad, y decidieron sumar conocimientos y convertirlos en una salida laboral. Las prendas que confeccionan representan las consignas que las mujeres buscan promover, como la lucha contra la violencia, el cuidado del medio ambiente, y el uso sustentable de productos. El espacio de trabajo y costura también es un lugar de referencia y contención para acompañar situaciones de violencia o vulneración.

 

“Si no organizamos otra forma de pensar lo productivo y el vivir, los conocimientos se transforman en trabajos de mano de obra esclava. Una piba que sabe coser y va a trabajar a un taller, terminada precarizada. Por eso, pensamos en llevarlo adelante nosotras y hacer un proyecto más rico, más fluido y más digno. La idea es pensarnos de manera colectiva y colaborativa”, dijo Analía Abreu, una de las acompañantes y militante de Furia Feminista a El Ciudadano.

Las siete chicas que integran la cooperativa trabajan con moldes no estereotipados. Se miden las prendas entre ellas para confeccionar talles reales. Hasta el momento hicieron barbijos, delantales para un taller de panificación, delantales para trabajar ellas, colitas de pelo, remeras y toallitas de tela. Durante la pandemia, hicieron barbijos con retazos de ropa. Dividieron las tareas para hacerlos cada una en su casa y luego los distribuyeron en comedores y centros de salud.

Cada confección es más que un pedazo de tela. Representa los valores y consignas en las que creen y promueven. Usan retazos para relleno de almohadones o colitas para fomentar un uso sustentable; estampan remeras con frases de Virginia Bolten para concientizar sobre la prevención de la violencia de género; o hacen toallitas de tela para promover el cuidado del ambiente y la salud menstrual.

“Corta hilacha es un espacio de trabajo diferente. Buscamos transformar las realidades con otras formas de producción. Es político y es un espacio de cuidado al pensar en un trabajo digno para las pibas”, agregó Abreu, sobre la tarea que hacen Nadia, Flor, Patito, Sandra, Gloria y Yesi.

La jornada empieza temprano con un desayuno compartido y música de fondo donde las mujeres hablan sobre sus situaciones personales y las del barrio. Por eso, además de una salida laboral, Corta Hilacha es un espacio de contención y solidaridad. Abreu recordó que hace unos meses abusaron de una adolescente en el barrio. La noticia conmovió a las mujeres de Corta Hilacha quienes hicieron carteles y se pararon en la puerta del taller para pedir Justicia. “Manifestamos que no podemos laburar si nos matan. Estamos para cuidarnos, ayudarnos cuando sucede algo, estar a disposición, bancarnos las situaciones de violencia y malestar, y también, festejar los momentos felices”, concluyó Abreu.