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Corte de EE.UU. deniega a Weinstein el retiro de cargos por agresiones sexuales

La justicia estadounidense rechazó el pedido del productor de cine estadounidense de que se desestimaran las acusaciones de agresiones sexuales en su contra, informó este jueves su abogado. El detenido fue acusado por más de 80 mujeres de conductas sexuales inapropiadas

La justicia estadounidense rechazó el pedido del productor de cine estadounidense Harvey Weinstein de que se desestimaran las acusaciones de agresiones sexuales en su contra, informó este jueves su abogado.

En una audiencia ante el juez del tribunal penal de Manhattan James Burke, en la que esperaba cambiar el destino de Weinstein, su abogado estrella Ben Brafman, pidió que se dejaran sin efecto los cargos contra el otrora poderoso magnate de Hollywood. Pero la corte denegó la solicitud.

«Estamos obviamente decepcionados de que los cargos no se hayan retirado hoy», dijo Brafman a la prensa tras una audiencia en Manhattan.

En sus argumentos, Brafman objetaba el desempeño de la policía, específicamente el trabajo de un investigador, que a su entender ha «contaminado irreparablemente» el caso.

«La de este jueves fue una audiencia técnica (…) yo sigo pensando que los cargos deben ser abandonados», agregó Brafman.

El caso continuará con una nueva audiencia el 7 de marzo, fijada por el juez Burke.

En la sala repleta había una veintena de mujeres miembros de la organización que defiende a las mujeres, «Times Up», creada tras el escándalo de Weinstein.

Entre ellas estaba la actriz Kathy Najimy: «Estoy aquí para apoyar a mis hermanas y a todas las víctimas (…) para asegurar que se haga justicia», dijo.

Aunque un cargo en su contra fue rechazado, Weinstein, quien fue detenido en mayo, aún enfrenta otros por una presunta violación en marzo de 2013 y por un acto forzado de sexo oral en 2006. De ser declarado culpable podría enfrentar una condena a cadena perpetua.

El deshonrado productor de Hollywood ha sido acusado por más de 80 mujeres de conductas sexuales inapropiadas, incluyendo a Angelina Jolie y Ashley Judd. Pero él insiste en que todas sus relaciones sexuales fueron consensuadas y permanece libre tras el pago de una fianza de un millón de dólares.

El escándalo, sin embargo, acabó con su carrera, y las denuncias en su contra se convirtieron en las primeras de una catarata de acusaciones contra otros hombres poderosos de Hollywood, la industria mediática y otros sectores.

 

Errores en la investigación

 

Tras su arresto y acusaciones, las activistas del movimiento #MeToo esperan que el padre de cinco hijos, que se ha casado dos veces, sea juzgado, condenado y enviado a prisión.

Pero Brafman, uno de los abogados defensores más célebres de Estados Unidos, ha logrado que la fiscalía desestime otra acusación por un supuesto caso por acto forzado de sexo oral en 2004, presentado en octubre por la exactriz Lucia Evans.

Los investigadores decidieron no dar cabida a este último caso, luego de que se conociera que un detective que trabajó en la investigación no había revelado testimonios de testigos que contradecían el relato de Evans.

Una amiga dijo que la había oído decir que voluntariamente había accedido a practicarle sexo oral a Weinstein para conseguir un papel en una película.

Según Brafman, el detective en cuestión, Nicholas DiGaudio, cometió otros errores.

Presuntamente, le dijo a otra acusadora, Mimi Haleyi, quien dice que Weinstein la forzó a tener sexo oral en 2006, que eliminara mensajes de texto que podrían ser vergonzosos para ella, a pesar del consejo de los investigadores que le habían dicho que no lo hiciera.

Al parecer, tampoco fueron revelados a la defensa los mensajes afectuosos que Haleyi envió a Weinstein después de la presunta agresión, que habrían introducido un factor de duda sobre la naturaleza forzada del encuentro.

Sin embargo, la fiscalía quiere que el caso continúe y rechaza la moción de Brafman de que el proceso es irreparable, ya que la conducta del detective solo afectó la causa de Evans y DiGaudio ha sido retirado del caso.
Tras lo ocurrido, muchos especulan sobre el debilitamiento de los fiscales, los mismos que se vieron obligados a rendirse en el caso de Dominique Strauss-Kahn, exjefe del FMI, también defendido por Brafman, en 2011.

Historial «sólido»

Para Bennett Gershman, profesor de la Universidad de Pace, fue precisamente para evitar la «contaminación» de otros casos que los fiscales renunciaron a seguir con el de Evans.

Para este ex fiscal, la fiscalía aún tiene un historial «sólido» con otras dos acusadoras, independientemente de sus interacciones con Weinstein después de las agresiones.

«Fueron amables con Weinstein: ¿Eso sorprende?», se preguntó.

«Tenemos a un hombre extremadamente poderoso (…) que literalmente controlaba su reputación y su carrera».

Ahora se espera que Brafman busque evitar que la fiscalía cite a otras mujeres testigos que dicen que fueron atacadas sexualmente por Weinstein, pero que no han iniciado acciones judiciales.

El testimonio de cinco mujeres que no habían presentado cargos fue decisivo en el segundo juicio en abril de Bill Cosby, ex estrella de la televisión estadounidense, también acusado de repetidas agresiones sexuales, pero solo enjuiciado por una de ellas.
Cosby fue condenado a al menos tres años de prisión, en la primera victoria de la era #MeToo.

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