Con 23 años ininterrumpidos de historia y la certeza de su organizador, José Palazzo, de “estar en presencia de una de las grillas más poderosas que ha tenido la música argentina”, la nueva edición del Cosquín Rock, que se celebrará el 10 y 11 de febrero en el tradicional predio del Aeródromo Santa María de Punilla, enfrenta “la compleja ecuación”, ante el inestable escenario económico que atraviesa el país, de ofrecer precios o formas de pago que resulten accesibles al público.
“Es la realidad inexorable que nos toca vivir. Creo que va a ser una edición marcada por eso, por la frustración de algunas personas que a lo mejor no pueden venir. El precio de la entrada es barato para lo que necesitamos facturar y caro para lo que la gente puede pagar. Hay un encuentro ahí difícil entre lo mínimo que podemos cobrar por semejante grilla y producción, y lo que la gente tiene en el bolsillo. Es una ecuación muy compleja”, admitió en una entrevista con Télam el factótum del famoso encuentro musical.
En tal sentido, Palazzo remarcó que hubo que aguzar el ingenio con congelamientos de precios y planes de financiación pero, aunque aceptó que “eso ha generado un estrés en casi todos los tejidos de la productora”, confió en que lograrán salir airosos.
El principal argumento del empresario para ello reside en la atractiva nómina de artistas que serán parte de esta edición y la experiencia previa de haber salido al ruedo con el Festival en otros momentos históricos de dificultades económicas y sociales.
“Va a ser una edición histórica para un Cosquín que ya atravesó crisis como la del 2001, ya atravesó problemas de seguridad y hoy estamos consolidados y firmes. Sabemos que va a ser un año difícil desde lo económico por los presupuestos, pero estamos felices porque hemos logrado una grilla muy ecléctica”, sintetizó.
Allí es donde Palazzo se entusiasmó y celebró no solo el salto internacional dado al sumar a Slash o volver a contar con Molotov, sino también la posibilidad de sumar figuras como Skay y Divididos “que no suelen tocar en festivales”.
Pero también subrayó que habrá escenarios dedicados al reggae y a la cumbia, y se envalentonó con el hecho que “habrá 16 artistas del total de la grilla que vienen de hacer grandes estadios”, como el caso de Duki, Divididos, Ciro, Airbag, Babasónicos e Ysy A, entre otros.
Entre las grandes novedades de esta edición aparecen los mencionados Slash y Duki, el DJ Steve Aoki, el combo de música electrónica alemana Claptone, y la estrella pop Lali.
Estos artistas se sumarán a rutilantes nombres de la escena rockera en este tradicional encuentro, como el caso de Divididos, Las Pelotas, Ciro y los Persas, Skay y los Fakires, Los Auténticos Decadentes, Babasónicos, La Vela Puerca, Molotov, Las Pastillas del Abuelo y Catupecu Machu, entre tantos.
La variedad de estilos aparece marcada con fuerza con números bien diferenciados como el caso de Tiago PZK, Miranda!, Ke Personajes, La Delio Valdez, Los Tabaleros, Escalandrum, Julieta Laso, Dante Spinetta, Damas Gratis y Miau Trío, por citar apenas algunos casos.
Pero dentro de los habituales nombres rockeros también destacan como novedades el regreso al festival de Los Pericos, Los Caligaris, Mimi Maura y Dancing Mood.
En 23 años de historia, Consquín siempre buscó una vuelta de tuerca al Festival desde la organización. “Lo más importante es que hemos logrado una grilla muy ecléctica, muy impresionante, muy variada e inclusiva; una grilla que ha logrado abarcar todos los estilos musicales, desde el tango al rocanrol, del hip hop al trap, del trap a la cumbia, de la cumbia al reggae. Esta es la primera edición en la que realmente están todos los estilos. Tenemos figuras gigantescas del pop como Lali o Miranda!; todas las nuevas generaciones de los indie pop como Silvestre y La Naranja y Usted Señalemelo; tenemos a Conociendo Rusia y Bandalos Chinos; a los traperos más importantes, como Ysy A, Duki, Tiago PZK, Dillom, Neo Pistea; grandes figuras del rock argentino como Divididos, Skay, Ciro, Las Pelotas, Las Pastillas del Abuelo; una de las leyendas de la guitarra como es Slash; la vuelta de Molotov. Vamos a tener un escenario de cumbia donde estarán Ke Personajes, La Delio Valdez, Sabor Canela de Córdoba, Los Peñaloza, Sara Hebe; la vuelta del escenario reggae, que me parece un gran desafío ver hasta qué punto el reggae ha dejado de ser nicho, con los Dancing Mood, Alika, Mimi Maura. En fin, hemos logrado una grilla muy contundente, estamos muy contentos”, apuntó Palazzo.
Y respeto a las novedades, continúo: “Siempre tomamos nota de las cosas que tenemos que mejorar. Hemos mejorado mucho la gastronomía. Hemos reemplazado todo lo que es compra por compra digital, la gente va a poder adquirir todo lo que es comida y bebida cargando sus pulseras de cashless, para poder consumir con mayor dinámica y poder disfrutar de la mayor cantidad de artistas. Hemos agregado tres nuevos patios de comida, con capacidad para tres mil personas cada uno, con lo cual podemos tener hasta nueve mil personas en los patios de comida, más allá de los puestos más dinámicos. Hemos agregado más puestos de comida para celíacos, vegetarianos, veganos. La experiencia del año pasado en cafetería fue muy buena por eso hemos ampliado ese espacio. Nuestro VIP sigue siendo uno de los más importantes porque tiene comida, bebida, estacionamiento y un lugar al lado de los escenarios”.
“El año pasado las jornadas se agotaron por primera vez en 23 años y este año hemos ampliado la capacidad con la mejora de servicios y los espacios. Esperamos llegar a 100 mil entradas como el año pasado, lo que no va a ser un «agotado» porque hay más capacidad. Para nosotros, ese sería un numerazo”, apuntó.
También el productor analizó cómo afecta la crisis económica y el escenario de incertidumbre a este tipo de eventos: “Creo que va a ser un año muy difícil. En el caso particular de los festivales, el problema está en los costos. Con un número determinado de gente con el que habitualmente podías cubrir los costos y ganar, hoy podés solo cubrir los costos, que a la vez se van disparando mensualmente. Hoy presupuestás algo, lo congelás pero después la coyuntura te lo va llevando para adelante; entonces, tenés que tener mucha espalda para poder congelar financieramente semejantes montos. El festival nuestro hoy está cotizado en 4.200.000 dólares, entonces la variable del dólar va variando también el valor del festival y eso genera un estrés en casi todos los tejidos de la productora. Pero hemos pasado estas situaciones, estamos acostumbrados y vamos a sacarlo adelante”.
Pero esos costos se trasladan al valor de las entradas que tiene un límite porque el bolsillo del público no puede resistirlo. “Es la realidad inexorable que nos toca vivir. Va a ser una edición marcada por eso, por la frustración de algunas personas que a lo mejor no pueden venir. El precio de la entrada es barato para lo que necesitamos facturar y caro para lo que la gente puede pagar. Hay un encuentro ahí difícil entre lo mínimo que podemos cobrar por semejante grilla y producción, y lo que la gente tiene en el bolsillo. Es una ecuación muy compleja”, aseguró.
Y explicó: “Por ahora, hemos congelado un precio hace 35 días que, en la Argentina de hoy, es algo sumamente difícil de hacer; no sé si lo vamos a poder mantener mucho más. Pero hemos generado a través de un banco sponsor tres cuotas sin interés y compras con tarjeta de crédito, que es con intereses, pero la financiación hace que se pueda sacar la entrada. El público siempre responde al Cosquín Rock pero no hay que dormirse con eso, estar atentos y buscar formas de acompañar la venta con acciones. Esta vez, el público va a estar en presencia de una de las grillas más poderosas que ha tenido la música argentina. Si revisás los últimos cuatro o cinco años de festivales de todo tipo, es difícil que encuentres lo que nosotros hemos logrado subir a los escenarios”.