El Festival Nacional de Folclore de Cosquín, el de mayor impacto entre los centenares que se realizan en el país, tendrá a partir del sábado una de las ediciones más complejas desde su creación en 1961: se realizará en un contexto atravesado por la crisis económica y mientras desde la esfera política se pone en entredicho si el Estado, en cualquiera de sus formas (nacional, provincial, municipal), debe aportar a las manifestaciones de la música popular.
La edición número 64 del Festival se realizará entre el 20 y el 28 de enero y ese solo dato resulta una noticia en un cuadro signado por numerosos festivales folclóricos provinciales que fueron suspendidos. No sólo faltan fondos sino que -como se propone en la llamada ley ómnibus que el Poder Ejecutivo Nacional envió al Congreso- se postula el retiro del Estado de las políticas de fomento a la música, el teatro y el cine.
“Es un tiempo difícil porque no todas las manifestaciones de la música, en especial aquellas que tienen que ver con la identidad, son para el Movistar Arena. Basta con ver qué rol cumple el Estado en materia cultural en los países europeos, que siempre se señalan como horizonte, para ver su importancia”, dijo a Télam el armoniquista rosarino Franco Luciani, que será parte de la jornada inaugural del Festival.
Raúl Cardinali, intendente recién electo de Cosquín, aclaró que la organización de la edición número 64 del Festival fue “muy dificultosa” en términos de su sostenibilidad económica.
“Tenemos mucha expectativa a pesar de la situación y la ventaja de que todos los artistas quieren estar acá”, dijo el funcionario a modo de respuesta sobre las razones que permiten que Cosquín se realice mientras otros festivales se suspenden.
“Ojalá -agregó- incluso para 2025 podamos pensar en un gran festival de la canción latinoamericana”.
El impacto de la crisis, aun en Cosquín, se advirtió también en las gestiones para que la pantalla de la TV Pública televise el festival, como ocurre todos los años. El conflicto -que se resolvió recién el miércoles- se había desatado a partir de la negativa de los funcionarios nacionales a que el Estado nacional aporte fondos para la generación de las imágenes.
“Se cedió de ambas partes. Hubo un esfuerzo mancomunado y habrá televisación”, explicó Cardinali, sin informar los términos puntuales del acuerdo.
La Fiesta Nacional de La Chaya (La Rioja), los Festivales de La Chacarera y La Salamanca (Santiago del Estero), el Fuerte de Andalgalá y la Fiesta de la Vendimia (Catamarca), el Festival de Fortines de Ranchos (Buenos Aires) son algunos de tradicionales festivales que en 2024 no se realizarán por la crisis.
El Festival de Cosquín se realiza desde 1961, impulsado por un grupo de habitantes de la ciudad cordobesa, que decidieron organizar un espectáculo folclórico durante las vacaciones de verano con el fin de promover el turismo e incentivar la economía local. Las presencias de Atahualpa Yupanqui, Eduardo Falú, Mercedes Sosa, entre más, consolidaron con los años la fuerza del festival.
Sin embargo, la programación de esta edición será más diversa: figuras como Abel Pintos, Diego Torres, Soledad, Pedro Aznar, La Juntada (Raly Barrionuevo, Dúo Coplanacu y Peteco Carabajal), Los Tekis, Sergio Galleguillo, La Delio Valdez y el Chaqueño Palavecino (que festejará sus 40 años de carrera) estarán entre los principales animadores.
La apertura se concretará el sábado desde las 22. Ese día subirán al escenario Atahualpa Yupanqui Las Voces de Orán, Franco Luciani, Horacio Banegas, Victoria Birchner, Ariel Ardit, Los Manseros Santiagueños, Flor Paz y Sergio Galleguillo. También los ganadores del Pre-Cosquín en las categorías “pareja de baile tradicional” y “solista vocal femenina”.
Si bien es evidente que este año la apuesta estará concentrada en figuras ajenas a las especies musicales folclóricas, uno de los puntos de atención ocurrirá sin embargo el miércoles 24 con una propuesta más tradicional.
Será el día en que está previsto el retorno de La Juntada, esa confluencia entre Peteco Carabajal, Dúo Coplanacu (Roberto Cantos y Julio Paz) y Raly Barrionuevo que en su momento dejó una huella mientras los intereses de los organizaciones de festivales miraban hacia otro lado.
En el terreno de las novedades habrá expectativa en el desempeño de los ganadores del Pre-Cosquín: en el rubro solista vocal, Matías Morales (San Martín, Buenos Aires) y Valeria Facelli (Santiago del Estero); como dúo vocal quedó Ñapinda (Rosario, Santa Fe); y en conjunto vocal se impuso Son del Río (Pirane, Formosa). Dentro del apartado instrumental, el solista elegido fue Lucio Tarango (Los Quirquinchos, Santa Fe); mientras que el conjunto resultó La Gomez Re (Santa Teresita, Buenos Aires); y el tema inédito escogido fue «Remolinos» (compuesto en la Ciudad de Buenos Aires).
Además de la actividad prevista en la Plaza Próspero Molina, habrá espacios complementarios: escenario Alfredo Ábalos (plaza San Martín); escenario Hernán Figueroa Reyes (balneario La Toma), escenario Santiago Ayala «El Chúcaro» (balneario ex Azud Nivelador, barrio Los Carolinos), escenario Jorge Cafrune (balneario Onofre Marimon), escenario Eduardo Falú (Bialet Massé) y Fogón Criollo (Av. San Martín 560).
Cosquín siempre está rodeado de debates. La edición 2024 no será la excepción. La incertidumbre girará en torno al modo en que esa tradición, tan bien afirmada, pueda continuar a futuro frente a la encrucijada política que se mece sobre ella.