La Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó este martes la vacuna de Sinovac (llamada CoronaVac) contra el coronavirus para su uso de emergencia, lo que da a los países la garantía de que cumple las normas internacionales de seguridad, eficacia y fabricación.
El comité de expertos recomendó el inmunizante, el segundo inyectable chino que recibe la aprobación de la organización internacional tras el de Sinopharm, que ya se administra en Argentina.
La agencia sanitaria ya incluyó en esa lista además el fármaco de Moderna, al de Pfizer/BioNTech, al de Johnson&Johnson y a las dos vacunas AstraZeneca, la fabricada en India (llamada Covishield que también se usa en Argentina) y la que desarrolla en Corea del Sur.
«El mundo necesita desesperadamente múltiples vacunas para hacer frente a la enorme desigualdad de acceso en todo el planeta. Instamos a los fabricantes a participar en el mecanismo Covax», comentó la subdirectora general de la OMS para el Acceso a los Productos Sanitarios, Mariângela Simão, en referencia al instrumento que garantiza la distribución a países de ingresos bajos y medios.
La lista de uso de emergencia de la OMS es un requisito previo para el suministro de vacunas al Covax y la adquisición internacional. También permite a los países acelerar su propia aprobación reglamentaria para importar y administrar las vacunas contra el coronavirus
En el caso de la vacuna de la empresa Sinovac, la evaluación de la OMS incluyó inspecciones de las instalaciones de producción en China.
«Sus requisitos de fácil almacenamiento la hacen muy manejable y especialmente adecuada para entornos de bajos recursos», destacó el organismo sanitario en un comunicado.
Sobre la base de las pruebas científicas disponibles, la OMS recomienda el uso de la vacuna en adultos de 18 años o más, en un esquema de dos dosis con un intervalo de dos a cuatro semanas.
Los resultados de la eficacia de la vacuna mostraron que la vacuna previno la enfermedad sintomática en el 51 por ciento de los vacunados y evitó la Covid-19 grave y la hospitalización en el 100 por cien de la población estudiada.
En los ensayos clínicos se inscribieron pocos adultos mayores (de más de 60 años), por lo que no se pudo estimar la eficacia en este grupo de edad, informó la agencia de noticias Europa Press.
No obstante, la OMS no recomienda un límite de edad superior para la vacuna porque los datos recogidos durante su uso posterior en múltiples países y los datos de inmunogenicidad de apoyo sugieren que «es probable que la vacuna tenga un efecto protector en las personas mayores».
«No hay motivos para creer que la vacuna tenga un perfil de seguridad diferente en poblaciones de más edad y más jóvenes», explica.
La OMS, en cualquier caso, recomienda que los países que utilicen la vacuna en grupos de mayor edad realicen un seguimiento de la seguridad y la eficacia para verificar el impacto esperado y contribuir a que la recomendación sea más sólida para todos los países.
La vacuna Sinovac ya se está administrando de forma masiva en unos 22 países y territorios, incluyendo a Chile y Brasil.