Un estudio publicado por la revista JAMA Network Open indica que el 59% de los nuevos casos de contagios de coronavirus provienen de “transmisión asintomática”, cifra que se descompone en un 35% de nuevas infecciones a partir de personas que aún no presentan síntomas (presintomáticos) y un 24% que nunca los tuvieron.
El modelo analítico que acaba de publicar esta revista médica mensual de Asociación Médica Americana, apunta cómo la transmisión de las personas sin síntomas representa más de la mitad de todos los casos, según la agencia española de noticias científicas Sinc.
A medida que la Covid-19 comenzó a propagarse en el mundo, los científicos observaron que, a diferencia del coronavirus causante del brote de 2003, el contagio del SARS-CoV-2 no podía contenerse mediante la detección basada únicamente en los síntomas.
Según las publicaciones científicas anteriores, en el SARS-CoV de 2003 las infecciones asintomáticas y clínicamente leves eran poco comunes.
Además, no se comunicaron casos de transmisión antes de la aparición de los síntomas. Sin embargo, el nuevo coronavirus (Covid-19) se propagó más rápidamente que el anterior y las pruebas «han demostrado que sí se transmite de personas sin síntomas».
Por eso se concluyó que identificación y el aislamiento solamente de los individuos con síntomas de Covid-19, «no conseguirían controlar la propagación actual de la pandemia», pero faltaba conocer con exactitud la proporción de contagios con estos pacientes.
La investigación publicada ahora por JAMA Network Open plantea que la transmisión por parte de personas infectadas pero que no presentan ningún síntoma puede surgir de dos estados de infección diferentes: individuos presintomáticos (que son infecciosos antes de desarrollar síntomas) e individuos que nunca experimentan síntomas (infecciones asintomáticas o nunca sintomáticas).
Los expertos analizaron la cantidad relativa de contagio de pacientes presintomáticos, nunca sintomáticos y sintomáticos en distintos escenarios en los que la proporción de transmisión de personas que nunca desarrollan síntomas (es decir, permanecen asintomáticas) y el período infeccioso variaron según las mejores estimaciones publicadas.
La hipótesis de base del modelo fue que la capacidad de infección máxima se produce en la mediana de la aparición de los síntomas, que el 30% de los individuos con infección nunca desarrollan y que el 75% son tan infecciosos como los que sí desarrollan síntomas. Combinados, estos supuestos de base implican que las personas con infección que nunca desarrollan síntomas pueden representar un 24 % de toda la transmisión.
Así, los resultados muestran cómo el 59% de toda la transmisión se origina en la transmisión asintomática, según el escenario de referencia del modelo.
Por otro lado, el 35 % de los nuevos casos proceden de personas que infectan a otras antes de mostrar síntomas (individuos presintomáticos); y el 24%, de personas que nunca desarrollan ninguno de los síntomas.
“Bajo una amplia gama de valores para cada uno de estos supuestos, se estima que al menos el 50% de las nuevas infecciones por SARS-CoV-2 se originaron por exposición a individuos con infección, pero sin síntomas”, exponen los científicos del Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Atlanta (EEUU).
Sus autores, afirman que además de la identificación y el aislamiento de las personas con Covid-19 sintomático, «para controlar eficazmente la propagación, será necesario reducir el riesgo de transmisión de las personas infectadas que no presentan síntomas».
“Medidas como el uso de mascarillas, la higiene de las manos, el distanciamiento social y las pruebas estratégicas de las personas que no están enfermas serán fundamentales para frenar la propagación de la enfermedad, hasta que se disponga de vacunas seguras y eficaces y que éstas se utilicen ampliamente”, concluyeron.