Luego de la oficialización en el Boletín Oficial, por parte del Gobierno Nacional sobre otorgar el permiso para que cada provincia determine la fecha en la que las universidades puedan retomar las clases presenciales, desde FAGDUT Rosario se establecieron varios puntos esenciales a cumplimentar protocolarmente al momento de implementar la nueva fase.
La Comisión Directiva de FAGDUT Rosario, convocó a una reunión en el marco de los nuevos anuncios del gobierno en el proceso de transición hacia la presencialidad recuperando algunas actividades de investigación y vinculación tecnológica. Gestiones que se están desarrollando, inclusive, por parte de los Decanos de la provincia de Santa Fe en las Facultades Regionales de la UTN.
Como representantes de la docencia universitaria y resguardando los derechos como el de la salud de sus representados desde FAGDUT remarcaron que se deben cumplir con ciertos puntos a la hora de implementar la nueva fase: En primer lugar, los protocolos deben estar respaldados por presupuestos y calidad en la ejecución, con cierta inversión económica en recursos para que esos protocolos sean aplicados eficazmente.
A su vez, se hace hincapié en la colaboración y preocupación por una implementación correcta, para lo que se creará un “Observatorio Covid”, mediante el cual cada docente podrá realizar ante el gremio una denuncia o hacer llegar su preocupación con respecto a la aplicación de los protocolos o ante un hecho de incumplimiento. Dichos reclamos serán elevados a las autoridades pertinentes y es necesario que para esta acción, se considere como un tema de tratamiento paritario por tratarse de una “condición de trabajo”.
En paralelo a la puesta en marcha del Observatorio Covid, la Comisión Directiva, confirmó que se generará un programa que contemple acciones educativas para divulgar y sensibilizar al cuerpo docente sobre la correcta implementación de los protocolos en contexto de pandemia.
En su carácter de referente de FAGDUT Rosario, Eduardo Marostica, consideró que la prioridad es garantizar el presupuesto para la implementación de los protocolos pero sin dejar de abordarlos como puntos de discusión a nivel de paritarias con docentes y gremios.