Melisa Avolio
Atuel es un videojuego y documental argentino sobre el cambio climático, ambientado en ese valle mendocino, que constituye una propuesta original para acercarse a la naturaleza a través de imágenes impactantes, una banda sonora atmosférica y narrativas de especialistas y lugareños.
“Queríamos que Atuel se sintiese como un sueño. Es un documental que descarta el fotorrealismo para trabajar lo histórico y lo emotivo de una manera más intuitiva”, contó Santiago Franzani, integrante del equipo y encargado de arte, diseño y programación de esta experiencia audiovisual.
Desarrollado por la cooperativa independiente Matajuegos, en colaboración con el equipo internacional de documentalistas The 12.01 Project, Atuel se publicará en la plataforma itch.io el 14 de septiembre para su descarga gratuita, luego de haber sido finalista del premio Most Amazing Game Award en A MAZE, el festival de juegos artísticos de Berlín, que se otorga al “contenido interactivo más relevante, vanguardista y lúdico” del año.
Cuando una persona interactúe con Atuel se va a encontrar con un videojuego diferente a los convencionales: “No es un juego de acción, es un juego para viajar y contemplar. Parte desde el deshielo de Los Andes, transformándonos en todo lo que es el entorno: un pez, un zorro, una nube, un cóndor, etc.”, expresó Franzani sobre esta propuesta que presenta una banda sonora ambiental seleccionada de diferentes temas del grupo electroacústico rumano Makunouchi Bento.
“A lo largo del viaje escuchamos entrevistas de diferentes personas, como un historiador, una bióloga o un geólogo, entre otros. De esa manera nos vamos enterando de diferentes aspectos del lugar y cómo es atravesada por la progresiva sequía”, agregó. Este videojuego, además, fue nominado a Mejor Narrativa y Mejor Concepto Original en la Exposición de Videojuegos Argentina (EVA) 2022, primer evento dedicado 100% al desarrollo de videojuegos en Latinoamérica, que celebra su vigésima edición del 14 al 17 de septiembre, con el regreso a la presencialidad, en el Centro Cultural Kirchner.
El medio necesita de juegos que se enfoquen en historias, voces y estéticas específicamente autóctonas
Atuel se enfoca en un punto no tan explorado dentro de la industria: “Es poco común que los videojuegos, incluso los que están desarrollados en Argentina, traten sobre nuestro país y enfoquen a voces locales. Varias personas nos han dicho que es la primera vez que se encuentran con un videojuego hablado en castellano argentino y con acentos locales”, indicó Pablo Quarta, encargado de la producción, traducción y diseño adicional.
“Nos parece que el medio necesita más de eso, de juegos que se enfoquen en historias, voces y estéticas específicamente autóctonas y periféricas, sean de donde sean, en vez de trabajar dentro de los cánones y espacios ya establecidos, que suelen ser genéricos y responder a realidades y fantasías del norte global”, remarcó. El proceso de creación de este proyecto fue de forma colectiva y aquí se integró con “The 12.01 Project”, un equipo internacional de documentalistas que se dedican a contar historias sobre la conservación del medio ambiente: “Vivimos en un oasis y nuestras vidas dependen totalmente del río Atuel.
Pero el río es cada vez más corto y año tras año está perdiendo caudal porque están desapareciendo los glaciares”, relató Mariana Bollati, productora de Atuel documental junto a Pierre Heistein.
“Bajo la idea de que no se cuida lo que no se conoce, mostramos la importancia de un río en un desierto. La sequía no es solo una amenaza para la vida humana, sino también para la flora y fauna de la región. El relato del videojuego mezcla entrevistas reales de personas conectadas al río y te sitúa en el lugar de animales autóctonos de la zona para entregar el mensaje del impacto de la sequía y el mal cuidado del agua”, completó la documentalista.
Pensar a los videojuegos desde perspectivas sociales, artísticas y políticas
El modelo cooperativo de Matajuegos es una “extensión” de su proceso de trabajo, al que definen como “colaborativo, horizontal y consensuado”. En un principio, su eje de trabajo fue la comunicación a través de artículos, traducciones, podcast; mientras que en paralelo desarrollaban videojuegos pequeños con ejes diferentes a los que comúnmente se ven en la industria (satíricos, autobiográficos, activistas, queer y LGTB, entre otros).
Actualmente, buscan llevar esa experiencia y ese enfoque al desarrollo de juegos más grandes con colaboradores que tienen sus “mismos valores”. Además de Franzani y Quarta, el equipo se completa con Giselle Lochi, encargada de QA y Testing, y Mariana Bollati, en la coproducción.
“Desde su fundación, la misión de Matajuegos es pensar a los videojuegos desde perspectivas sociales, artísticas y políticas que tomen en serio al videojuego como objeto cultural y se nutran de nuestro contexto latinoamericano”, remarcó Quarta. En esta línea, Franzani agregó: “Tratamos al videojuego como un producto cultural además de comercial, lo cual implica conectarlo con la sociedad que lo produce y todo lo que lo atraviesa, a diferencia de la clásica crítica gamer que se centra en lo tecnológico”.
El equipo también busca “evadir las lógicas comerciales más comunes de la industria, que muchas veces llevan a juegos reiterativos, endogámicos, con valores poco afortunados, y una cultura de trabajo explotadora donde se valora muy poco la creatividad y la salud de les desarrolladores”, apuntó Quarta.
“Así conformamos la cooperativa con varias personas que entendimos a los videojuegos de la misma manera. Uno de nuestros principios como cooperativa es «los juegos son para todes»: eso no es otra cosa que los videojuegos dejen de mirarse el ombligo y hablen de lo que nos pasa como individuos, como sociedad. No de una manera cruda, sino creativa, provocadora, surrealista, e incluso fantasiosa”, completó Franzani.
El equipo lo que “más quiere es que la gente juegue a Atuel”: En festivales y en rondas de testeo “encontramos que definitivamente hay un nicho de jugadores a quienes Atuel les va a gustar mucho. Queremos que lo encuentren, que empiece a haber una conversación ahí, que el juego cobre vida propia y que con suerte a futuro veamos más juegos documentales como Atuel por mano de desarrolladores y artistas en otras partes del mundo. Nada nos haría más feliz”, describió Quarta. El juego funciona para todas las edades, no requiere ninguna habilidad especial, está hablando en castellano (y subtitulado tanto en castellano como en inglés), y se podrá encontrar a partir de hoy en la plataforma itch.io
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