El 2 de abril la taxista Soledad Baiochi llegó a una de las puertas de la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno y se puso en la fila para agarrar un viaje. Mientras esperaba, una chica se acercó y le dijo si podía subirse con ella. Antes de responder, un grupo de taxistas y abrepuertas varones se acercó y no dejó tomar el viaje. Le dijeron a la pasajera que si quería elegir taxi tenía que ir a la calle y a Soledad la echaron. Un mes después volvió a la terminal acompañada de tres compañeras para trabajar. Apenas llegaron volvieron las amenazas. “Vas a terminar en una zanja”, le dijo uno de los choferes. Los conflictos entre taxistas en la parada de la terminal no son nuevos. El acceso a la zona de las puertas de salida de las calles Cafferata y Santa Fe es público pero desde hace años mujeres y varones choferes denuncian que un grupo monopoliza todos los viajes y no permite a otros entrar. Obligan a trabajar en calles cercanas y no los dejan acceder uno de los flujos de pasajeros más importantes de la ciudad. Lo novedoso es que las taxistas se organizaron para terminar con un trato que consideran injusto y que no se reduce a esa zona. También se suma la demanda creciente de las pasajeras (y también hombres) que quieren viajar con mujeres al volante.
La aplicación She Taxi lo demuestra. Nació en Rosario a fines de 2016 y sirve para pedir con el celular un taxi conducido por una mujer. Arrancó con dos conductoras y hoy tiene un plantel de 100. Hacen alrededor de 500 viajes diarios y en menos de dos años sumaron a 30 mil usuarios en Rosario. El 90 por ciento de los pasajeros son mujeres y el pico de uso es en el turno noche. “Las mujeres la eligen por seguridad y comodidad. Buscan llegar seguras y no quedar solas en la recorrida cuando son un grupo. Las mamás de las adolescentes están chochas porque se ahorran el doble viaje y se quedan tranquilas”, explica María Eva Juncos, creadora de la aplicación que fue precursora en la Rosario.
La demanda creció también en la zona de la terminal. María Eva cuenta que llegan mensajes a la aplicación de usuarias que piden un mejor acceso de las taxistas a la zona. “Los taxistas varones no entienden que muchas mujeres prefieren viajar con nosotras. Cuando vamos a la terminal es un problema. Tenemos que coordinar para encontrarnos cerca y si es de noche no es algo cómodo para la pasajera caminar sola dos o tres cuadras”, opina.
La aplicación derivó en un grupo de WhatsApp entre las conductoras que sirve para ayudarse ante cualquier problema. El 2 de mayo Soledad lo usó para avisar de la situación que estaba viviendo con tres compañeras en la terminal. Enseguida llegaron otras compañeras a respaldarlas. De She Taxi nació también la Asociación de mujeres conductoras (AMC). Busca visibilizar los problemas de las mujeres que eligen el trabajo en el servicio público de Rosario.
Soledad es conductora de She e integrante de AMT. Dice que las pasajeras prefieren la aplicación por seguridad y por el trato. “También la usan los hombres porque las mujeres somos detallistas y atentas. No empezamos a hablar si el cliente no quiere, respetamos el silencio y somos precavidas al volante”, explica. Empezó a trabajar como taxista hace cuatro años. Estaba cansada de no conseguir empleo y probó con el taxi. El trabajo le encanta. Le gusta el trato con los clientes y pasar el día recorriendo la ciudad sin estar encerrada en una oficina.
Como ella entre 300 y 400 mujeres de Rosario eligen la profesión. Representan el 10 por ciento de los 4000 taxistas que tienen licencia para dar el servicio público en la ciudad. Eva y Soledad coinciden en que son pocas y que falta inclusión. “Hay mucho machismo en el mundo de los taxistas. No hay mujeres en el sindicato. La municipalidad no pone el cupo femenino. Y lo cierto es que cada vez somos más las mujeres que queremos ser titulares y cada vez más los pasajeros que prefieren a las taxistas mujeres. Lo que falta son políticas de Estado con proyectos que nos incluyan y nos permitan acceder a las licencias”, explica Eva.
Reunión en el Concejo
Este jueves la concejala de Iniciativa Popular Fernanda Gigliani recibió en el Concejo Municipal a un grupo de mujeres taxistas que denunciaron los maltratos en las paradas de la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno. Su par radical María Eugenia Schmuck insistió con el pedido de eliminar la doble dársena sobre calle Cafferata, lo que la edila sumó a otras propuestas con el fin de regular la situación en esa parada: punto fijo de control durante las 24 horas e instalación de cámaras de videovigilancia.
El conflicto en la zona es viejo. Por día la zona genera alrededor de 5 mil viajes de taxi. Desde hace años los taxistas denuncian que un grupo monopoliza y organiza quienes acceden a los pasajeros a través de una especie de cooperativa. “El trato es malo para mujeres y varones. Me han escupido el auto y gritado de todo. El tema es que las mujeres no nos quedamos calladas y ahora vamos unidas a hacer frente a esta situación. Y eso les molesta más”, explica Soledad. Para ella la frase “la unión hace la fuerza” sintetiza lo que lograron en los últimos meses tanto con la AMT como con She Taxi. “Nos apoyamos y acompañamos cada vez que hay un problema”.
En la reunión del jueves las taxistas contaron otras situaciones que les impide trabajar libremente en la ciudad: “Recibimos amenazas y agresiones constantes, somos víctimas de hombres que se creen dueños de la calle y de las paradas, nos rodean los autos sin explicación con actitud amenazante, no nos dejan trabajar, tenemos igualdad, nuestros autos son amarillos y negros igual que los de ellos y tenemos la misma licencia. Respecto a inseguridad nos sentimos más desprotegidas en la Terminal que en la calle”.
Hay control
El secretario de Control y Convivencia Guillermo Turrin explicó en LT8 que la zona de la terminal está bajo control. “Las paradas son de todos los taxistas, no hay dueños. Hay personal del área de fiscalización de transporte con presencia casi permanente controlando. En marzo y abril se hicieron mil actas por cuestiones de estacionamiento en la zona. Cuando está el personal de la municipalidad estas situaciones no suceden”, aclaró.
Sobre la propuesta del punto fijo de 24 horas el funcionario dijo que será estudiada pero que el flujo del día no lo amerita. “Tenemos cámaras para detectar sanciones. Vamos a reforzar para que estas cosas no sucedan pero lo importante es que tanto los pasajeros como los taxistas denuncien al 147 cuando pasa algo. No miramos para el costado pero si hay situaciones que no son denunciadas no podemos resolverlas”