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Crece la demanda en los merenderos y denuncian que Nación no envía mercadería desde hace tres meses

Las ollas populares, que actúan como “red de contención” de los sectores más pobres de la ciudad, advierten que la actividad se les volvió cuesta arriba y han debido sortear la obtención de los recursos en una situación de crisis alimentaria y crecimiento de la demanda

Organizaciones sociales denuncian que hace tres meses que el ministerio de Desarrollo Social no envía la mercadería a los merenderos y ollas populares, en un contexto de crecimiento de la cantidad de personas que asisten a estos espacios. En la mañana de este jueves realizaron movilizaciones a nivel nacional exigiendo la restitución de las asistencias alimentarias a los comedores populares.

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La situación de la necesidad alimentaria está cada vez más complicada. Para colmo, hace tres meses que no se está recibiendo la mercadería de Nación«, destacó Alejandra Fedele, responsable territorial del Movimiento Evita, que a su vez sostuvo que el desplante es transversal, dado que ninguna organización está percibiendo los recursos provenientes del ministerio de Desarrollo Social, muy importantes para poder llevar adelante la entrega de las copas de leche y los platos de comida.

Según afirmó a El Ciudadano la militante social, las organizaciones están en constante comunicación con el ministerio: «Nos dicen que ya va a llegar, que ya va a llegar y hace tres meses que no llega el camión. De hecho recibimos un mensaje de Desarrollo Social donde nos iban a avisar cuando salían los camiones pero todavía nada”.

Los movimiento sociales tomaron un rol cada vez más protagónico a la hora de contener a la población que no sólo no llega a fin de mes, sino que no puede acceder a las cuatro comidas diarias: «Cuando la gente le falta lo indispensable, que es la comida, cuando el alquiler se te va al 100% de aumento y si no sos un trabajador formal, que no tenés una paritaria, tenes que ir a un comedor al menos una vez al día, porque no llegás a poner las cuatro comidas en la mesa»

Fedele describió que en los barrios es cada vez mayor la cantidad de trabajadores que optan por oficios y actividades de la economía popular, en un marco de dificultad por parte de las familias para poder acceder a las cuatro comidas diarias: “Si bien no es que no hay trabajo formal, no es lo generalizado. Muchos laburan en la economía popular. Muchas veces, compañeros se han puesto a vender comida para poder juntar plata para los comedores y para los merenderos, porque más allá de que el Estado te provee la mercadería, digamos que la leche, el azúcar o los fideos, no te provee ni el gas ni el agua ni nada. Entonces hacemos actividades y todo eso para poder comprar todo eso y además pagar los servicios».

Esta situación derivó en que haya “mucha tensión en el territorio”, según la militante del Movimiento Evita, dado que las y los encargados de los comedores deben hacer malabares para sostener las estructuras comunitarias en los barrios.

Crece la demanda y la bronca

«Hay cada vez más demanda tanto en comedores como en merenderos. Empezaron a buscar la leche gente jubilada, que antes más bien chicos. Continuamente va subiendo, porque en la situación económica que estamos, la gente vive de changas, de la economía popular. No tienen trabajo formal”, describió Fedele, y de inmediato agregó: «Las compañeras juntan dinero entre todas para poder comprar la leche para poder abastecer los comedores, porque la gente viene todos los días a buscar la copa de leche. No podemos dejar a un pibe sin tomar la leche cuando vos sabés que en su casa no la tiene, no la puede conseguir. Hacía muchos años que no veía lo que veo hoy cuando voy a un barrio y veo la cola de personas con la olla esperando«.

La referenta entiende que es necesaria una intervención urgente por parte del Estado y un cambio de rumbo en la actitud de los dirigentes: “Los políticos que nos están gobernando no están a la altura de las circunstancias. Se está tensando mucho la soga, todo el tiempo. Si el laburante, tanto sea de la economía popular o del laburo formal no llega con lo indispensable, genera mucha violencia. Tienen que empezar a definir qué van a hacer en función de darle respuestas a la gente».

“Hoy las organizaciones sociales que tienen laburo territorial están haciendo un laburo de contención y acompañamiento en este proceso difícil. Este gobierno le tiene que agradecer a las organizaciones sociales que están en los barrios conteniendo a la gente«, sentenció Fedele.

Sólo el Movimiento Evita sostiene 89 espacios comunitarios, desde el Banco de Alimentos Rosario aseguran que hay más de 1600 comedores y merenderos operando en Rosario, que conforman una red de contención dentro de las barriadas más necesitadas de la ciudad. Por otro lado, Nicolás Gianelloni, secretario municipal de Desarrollo Humano y Hábitat sostuvo que 200 mil rosarinos reciben asistencia alimentaria, mientras que son más de 600 las organizaciones que tienen convenios con el ministerio provincial de Desarrollo Social.

Mientras tanto, desde ATE Regional Rosario y Amsafé Rosario, gremios que nuclean a los trabajadores estatales y a los docentes públicos del departamento, señalan que los montos que se destinan para las comidas de los comedores escolares son insuficientes, y que la inflación golpea fuerte en la capacidad adquisitiva, aumentando así los comensales que asisten a los espacios, mientras que los montos se actualizan, por ley, tres veces en el año.

 

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