Un hombre de 51 años que había denunciado a su ex pareja por impedirle tener contacto con la hija que ambos tienen en común, pero que a su vez fue denunciado por cometer abuso sexual contra la menor, quedó detenido tras mantenerse prófugo durante casi dos años.
La compleja trama de la historia tiene particulares ribetes. Uno es que el detenido había iniciado una suerte de cruzada legal en los Tribunales rosarinos en 2004, sosteniendo que su ex mujer le impedía ver a su hija. La ex esposa fue objeto de más de un centenar de denuncias por parte del hombre por impedir el contacto familiar. Pero a su vez, dentro del expediente civil, la mujer planteó un supuesto abuso de la niña por parte de su ex marido, denuncia que quedó relativizada en el transcurso del trámite, ya que varios peritajes psicológicos concluyeron sin indicios del delito.
Pero una cámara Gesell realizada a la niña en 2010 brindó elementos suficientes para que el titular del Juzgado de Instrucción N° 7, Juan Andrés Donnola, dispusiera la indagatoria al hombre. Y a partir de allí, en otra particular arista, la Justicia perdió todo rastro del denunciante que tantas veces había pasado por Tribunales.
Así fue hasta el miércoles pasado, cuando la Unidad de Seguridad Personal de la Policía logró la detención de Jorge A. en la zona oeste de la ciudad. Y el jueves, apenas un día después, el hombre fue indagado por el delito de abuso sexual agravado, aunque el acusado negó el hecho.
Jorge A. comenzó la relación con su hoy ex mujer en 2001. Poco después nacía la hija de ambos, pero con el paso del tiempo el vínculo se fue deteriorando. A partir de allí, según su propia versión, la madre nunca le permitió el contacto con su hija. A raíz de ello el hombre inició diversos trámites judiciales, como reconocimiento de la menor y una solicitud de régimen de visitas para ver a su hija. Pero sostuvo que aún así la madre hacía “lo imposible” para evitar los encuentros.
Ante estas circunstancias el hombre realizó una serie de denuncias penales: en total superaron las 100 presentaciones contra su ex pareja por impedimento de contacto, refirió una fuente cercana al caso.
Por su parte, la mujer acusó a su ex pareja de abusar de la niña, lo que motivó la suspensión del régimen de visitas establecido, con lo que el acusado sólo tenía contacto con su hija en Tribunales.
La denuncia disparó, en ese marco, una serie de peritajes al hombre que determinaron la inexistencia del abuso. Pero en 2010 la madre de la niña llevó el caso a la Justicia penal. La denuncia recayó ante el Juzgado Nº 7, donde se decidió que la menor diera testimonio a través de una cámara Gesell. Y, al contrario de lo que habían determinado los peritajes anteriores, de allí surgieron elementos suficientes para considerar que la acusación de la madre era verosímil. Así, el juez Donnola dispuso la indagatoria del hombre por el delito de abuso sexual agravado, pero el acusado nunca se presentó.
Dos años transcurrieron hasta que el hombre fue al fin detenido: quedó cercado en 27 de Febrero y Matienzo, cuando se desplazaba en una moto. Una vez bajo arresto fue puesto a disposición del juez, que ahora intentará dilucidar el entramado, que tiene a una pequeña de 10 años en el medio de acusaciones cruzadas que comenzaron cuando ella apenas era poco más que una beba.
