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Creció el número de mujeres asesinadas en Rosario en contextos ajenos a los femicidios

Especialistas advierten que hay un alto porcentaje de homicidios que no responden a la violencia de género sino a disputas territoriales por la narcocriminalidad

Por Luciano Couso (Télam)

Al menos 250 asesinatos fueron cometidos hasta el sábado en Rosario, cifra que superó la cantidad de homicidios ocurridos el año pasado y alcanzó la más alta, registrada en 2014; mientras que el porcentaje de víctimas mujeres se triplicó en lo que va de 2022 en comparación con 2021.

Ese crecimiento de porcentaje de mujeres asesinadas se produjo en paralelo a la disminución de casos de femicidios o en los que se investigan componentes previos de violencia de género, lo que revela un presunto aumento de su participación en las tramas de las economías ilegales o como “blancos” de venganzas en el mundo del crimen, altamente masculinizado.

Según los datos del Observatorio de la Seguridad Pública (OSP) de Santa Fe, hasta fines de septiembre último la participación de mujeres en cuanto víctimas del total de homicidios registrados a nivel provincial trepó al 19,7%, cuando a lo largo de todo 2021 su incidencia fue del 9,4%.

Con subas y bajas, la serie histórica que publica el OSP muestra que desde 2014 el porcentaje de mujeres víctimas de homicidios -que incluye casos de femicidios y asesinatos en otros contextos, como la narcocriminalidad o la participación en tramas ilegales- se ubicó alrededor del 10% a nivel provincial, hasta el salto de este año.

En el Departamento Rosario, el más poblado de la provincia y el que desde hace años concentra la mayor parte de casos de violencia letal, el porcentaje de mujeres víctimas de asesinatos entre enero y septiembre últimos se elevó al 23,4% del total.

El año pasado ese porcentaje fue del 9,4% y en 2020 del 10,3%, según las estadísticas oficiales.

Paralelamente, al aumento de la participación de mujeres en el total asesinatos, en los primeros 9 meses de este disminuyó el porcentaje de casos de femicidios, o en los que se investiga un componente previo de violencia de género.

“Este es un año anómalo, comparado con los años anteriores, salvo con el 2017, donde hay un porcentaje alto en Rosario de mujeres víctimas de homicidio”, dijo a Télam una fuente que trabaja en el sistema de seguridad local y pidió no ser identificada públicamente.

“Dentro de ese universo hay un alto porcentaje de casos en los cuales no hay situaciones de violencia de género sino que se dan en el marco de disputas territoriales y la narcocriminalidad”, sostuvo el informante y agregó que “no es que han aumentado los casos de femicidios, sino que aumentaron los de homicidios en los cuales las víctimas son mujeres”.

A modo de hipótesis, atento a que no se realizó un análisis particularizado del asunto, la fuente consultada dijo que “lo que se puede ver es un indicador de un mayor involucramiento en las organizaciones criminales de las mujeres”.

Pero, aclaró, que ese mayor participación se no se produce, aparentemente, “como actrices del sistema de circulación de violencia, o como parte de ese complejo, en el hay un objetivo de algunas organizaciones no solo destinado a quienes ejercen la violencia (mayoritariamente los hombres), sino a los que están dentro de ese circuito sin tomar las armas”.

En ese contexto, podría inscribirse el crimen ocurrido el miércoles pasado que tuvo como víctima a una adolescente de 16 años, identificada como Candela Romero, asesinada a tiros en el interior de su casa.

La joven era sobrina de un hombre asesinado a balazos la semana pasada en el mismo barrio y se investiga si otro chico baleado el día anterior al crimen de Candela, que está internado en estado grave con heridas en el cráneo, era su novio.

El doble asesinato de las hermanas Estefanía y Marianela Gorosito, cuyos cuerpos baleados fueron encontrados en un camino rural a las afueras de Rosario el 20 de julio pasado, también revela una trama similar.

Por ese caso, el fiscal Patricio Saldutti imputó a cuatro personas, dos hombres y dos mujeres, por los delitos de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y criminis causa, robo calificado y portación ilegal de armas.

Pero a los dos varones también los acusó por femicidio.

De acuerdo a la investigación, una de las mujeres imputadas mantiene un vínculo afectivo con un preso llamado Pablo Camino, sindicado como “gerente” de la narcobanda Los Monos en algunos barrios del sudoeste de Rosario.

De hecho, la joven fue detenida a la salida de la cárcel, luego de una visita a Camino.

Una de las hipótesis es que las víctimas mantenían una “deuda” con el narco preso.

Mientras que el último informe sobre homicidios dolosos del OSP, correspondiente a septiembre pasado, da cuenta del aumento de víctimas mujeres de asesinatos durante este año y de la caída paralela de la incidencia de la violencia de género en el total de casos.

“Se advierte que en 16 de los hechos en donde la víctima del homicidio es una mujer se detectaron, en principio, elementos de violencia de género. Se trata de un porcentaje comparativamente bajo (25,8%) si se tiene en cuenta que durante el año 2020 hubo 45 mujeres víctimas de homicidio y que en 26 de estos casos (57,8%) se detectaron elementos de violencia de género”, indicó el trabajo estadístico.

Y agregó que “en los casos de 2021, por su parte, de manera preliminar surge de las investigaciones que en el 52,8% de los homicidios de mujeres existieron elementos de violencia de género”.

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