No fue el resultado esperado. Es que Jaguares no fue superado ampliamente por Lions (25-16), pero no tuvo en los momentos claves la actitud Súper Rugby para definir y sacar rédito. La franquicia de Johannesburgo se va de Buenos Aires con su primer triunfo en cuatro visitas.
Lo negativo en Vélez. Demasiados altibajos en el rendimiento, pues por momentos hasta fueron muy anunciados los pases que le dieron a Lions una ventaja enorme. Puede ser que a los argentinos en el debut les haya faltado más ritmo, más juego durante la pretemporada (dos amistosos nada más), un primer partido no es fácil y más ante un rival como Lions.
Por ese motivo queda ese sabor amargo, esa sensación que se podría haber obtenido otro resultado, porque cuando parecía en la previa que Lions iba a pasar por arriba a Jaguares, finalmente no fue así. El equipo de Quesada dio pelea, y hasta por momentos sometió al rival, pero le faltó esa pizca de atrevimiento, de salirse un poco de libreto y sorprender al rival.
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Jaguares generó situaciones, pero volvió a fallar en la definición, un mal que afecta al rugby argentino. Quedan varias cosas positivas: Mayco Vivas y Rodrigo Bruni jugaron como si tuvieran 30 partidos de Súper Rugby; gran tranquilidad saber que hay que recambio y más siendo jugadores jóvenes.
Para el futuro, Jaguares debe seguir trabajando y ajustando detalles. En las formaciones, tanto fijas como móviles, dio un paso adelante, pues fueron fuente de obtención.
En cuanto a la disciplina, el primer tiempo fue para el olvido (9 penales) y el segundo tuvo otra imagen (5 penales); mejoró pero debe bajar a un dígito, ya que otros rivales no darán tanta ventaja.
En cuanto al juego, pese al resultado, Jaguares se lleva un aprobado. Tuvo más posesión pero falló en saber resolver el partido a su favor. Hay crédito abierto para Quesada y compañía, pero no debe dormirse en los laureles, debe seguir trabajando y buscando mejorar para encontrar el rendimiento que le de triunfos, aunque jugando un buen rugby.
