“El juez está tomando una supuesta situación de discapacidad basándose solamente en lo que él ve. Y esa mirada, tratándose de una persona que creemos está simulando, no alcanza para poder resolver una cuestión tan compleja”, explicó a este diario el fiscal Adolfo Villatte, titular de la Unidad de Asistencia a las Causas por Violaciones a los Derechos Humanos de Rosario. El funcionario se refirió así a la concesión de la prisión domiciliaria al ex comisario Luis Abelardo Patti, quien cumple prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura. El Ministerio Público Fiscal presentará en los próximos días un recurso de Casación para que se revierta la medida; pero por los propios tiempos judiciales no llegará a tiempo: el condenado, entre otros reos, por el secuestro y asesinato de los militantes peronistas Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereyra Rossi en 1982, estará en un country posiblemente antes del fin de semana.
“Nosotros sostenemos que la resolución es arbitraria porque no tiene en cuenta argumentos que nosotros invocamos y que directamente no tuvieron tratamiento”, subrayó Villatte.
El fiscal está convencido, no en base a su opinión sino al dictamen de médicos especialistas forenses, de que se trata más de una estrategia que de un padecimiento real de Patti, con el objetivo de abandonar el lugar de detención para irse a una propiedad en el Septiembre Country Club, en Escobar, provincia de Buenos Aires, donde fue intendente en democracia.
La concatenación de factores para que ello sea posible comenzó hace ya siete años. Tras ser detenido en 2008 acusado por crímenes de la dictadura –tiempo después sería condenado también por los crímenes del militante de la JP Gastón Gonçalves, padre del bajista de Los Pericos del mismo nombre y del diputado peronista Diego Muniz Barreto– Patti se sometió a una cirugía por un problema cervical en 2010. En su recuperación, el ex policía sufrió un accidente cerebro vascular, por lo que fue internado en el instituto Fleni, un sanatorio privado, hasta que a mediados del año siguiente volvió a ser trasladado a una prisión, no ya en la cárcel de Marcos Paz, sino en el Hospital Penitenciario Central, en Ezeiza.
Ya entonces, mientras sus abogados comenzaban a tramitar la prisión domiciliaria, la entidad Abuelas de Plaza de Mayo denunció una “simulación” para evitar la cárcel común.
La cuestión se definió en junio de este año, cuando el Tribunal Oral Federal 3 de San Martín, provincia de Buenos Aires, concedió el beneficio. Ante ello el fiscal Villatte consideró “inexplicable” la decisión y pidió la revisión. El fiscal realizó la presentación ante el Tribunal Oral Federal 2 de Rosario, que supervisa la ejecución de la pena a prisión perpetua a la que Patti fue sentenciado en mayo de 2016 por secuestro, torturas y asesinato de Cambiaso y Pereyra Rossi.
El fiscal recordó que antes de la decisión del tribunal de San Martín “se dispuso el reconocimiento médico de Patti a los efectos de determinar cuál era su estado de salud general”. Los exámenes se hicieron en diciembre de 2016 y junio de este año con consultores técnicos de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal e integrantes del Cuerpo Médico Forense; dictaminaron que el estado de salud de Patti “le permitía seguir cumpliendo su condena en el establecimiento carcelario en el que estaba alojado”.
Sin embargo un mes después, en julio, “el juez de ejecución Otmar Paulucci omitió considerar elementos de juicio determinantes para resolver en torno a la real situación de salud” de Patti y resolvió hacer “una audiencia de visu” –presencial– en el Hospital Penitenciario Central “a la que llamativamente convocó al médico forense del gabinete legal de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario, José Roberto Settecasi” pero “pese a haberse acordado previamente” les “vedó la participación” a médicos especialistas de la Fiscalía. Con las conclusiones de ese último examen, considerado por la Fiscalía como “un informe deficiente e inexacto” el juez Paulucci convalidó la domiciliaria que Patti comenzará a gozar en los próximos días, mientras se agotan las instancias para lograr que cumpla su condena en la cárcel.