“Le dieron para que tenga y guarde”. Así describió un jefe policial el asesinato de Carlos Prianti, de 26 años, que alrededor de las 20 de anteayer fue acribillado a balazos en uno de los pasillos de barrio Tablada. La Policía investiga si el crimen tiene relación con el homicidio de Germán Armanino, un ex barrabrava de Central que hace tres días fue ultimado de diez balazos en la zona, en un hecho que se vincula con un tercer asesinato, ocurrido en agosto pasado.
Carlos Alberto Prianti fue asesinado en Necochea al 3900, zona conocida como “la U”, donde se domicilia su abuela, a quien había ido a visitar junto a otros familiares.
Según versiones recogidas en el lugar, un auto color bordó con cuatro personas a bordo se detuvo en Presidente Quintana y Necochea, se bajaron tres ocupantes y fueron a pie por un pasillo que separa los dos lados de la U. Ese camino desemboca en una ventana, por donde llamaron a Prianti por su nombre. Apenas se asomó, fue rociado por una lluvia de balas y falleció un rato más tarde en el hospital Roque Sáenz Peña.
El joven ultimado vivía a escasos metros de la casa en la que lo encontró la muerte y trabajaba en la verdulería de la esquina. Según los vecinos “era más bueno que el pan” y no tenía relación con los negocios turbios esparcidos por todo Tablada.
Sin embargo, un posible vínculo familiar con Germán Armanino, quien fue asesinado el miércoles pasado en la esquina de Uriburu e Hipócrates, cierra una cadena de ajustes de cuentas que comenzó en agosto de 2010 con el crimen de Ricardo Gauto, perpetrado en Uriburu y Medici. Ambos estaban sindicados de vender drogas en la zona. El hecho es investigado la sección Homicidios y la seccional 16ª.