Se trata del médico legista Ramiro González Oliva, quien actuó en la causa como perito de parte de la familia de la víctima y hoy declaró en el juicio ante el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de San Isidro.
González Oliva contó que durante la autopsia se le extrajo al cadáver de Solange el «humor vítreo», un líquido que se encuentra en el globo ocular y que una vez analizado su nivel de potasio es una herramienta clave para obtener una certera data de la muerte.
«La muestra se contaminó porque dio como resultado setenta y siete horas de muerta, es decir, dio que Solange estaba muerta cuando todavía estaba viva», dijo el experto.
Al intentar explicar por qué se contaminó la muestra, González Oliva dijo que probablemente ocurrió cuando la aguja atravesó «otros tejidos».
Cuando el defensor Francisco García Santillán le preguntó si la contaminación del humor vítreo depende de la idoneidad de quien toma la muestra, el perito respondió: «Sí, por supuesto».