El célebre ladrón de autos de alta gama Esteban Lindor Alvarado quedó este lunes formalmente imputado de instigar el crimen de Lucio Maldonado, un prestamista rosarino que a mediados de noviembre fue secuestrado en la puerta de su casa de barrio Tablada y arrojado sin vida horas después en Circunvalación y Oroño con las manos atadas en la espalda, cuatro tiros y una nota en el bolsillo que decía “con la mafia no se jode”. Durante la audiencia, los fiscales detallaron la evidencia que principalmente se basó en el seguimiento del auto de la víctima durante la noche de su secuestro y que los llevó a cercanías de la quinta Los Muchachos, ubicada en la localidad de Piñero, cuyo usufructo está a nombre del imputado. Alvarado, de 42 años, escuchó con atención la acusación en su contra, negó los cargos y dijo que no conocía a Maldonado ni lo había tratado nunca. Pero no convenció al juez José Luis Suárez, quien aceptó la calificación legal y ordenó la prisión preventiva por el plazo de ley, sin otorgarle el pedido de domiciliaria con tobillera electrónica.
La audiencia comenzó a las 14 puntual en el segundo piso del Centro de Justicia Penal, ubicado en Sarmiento 2850, celosamente blindado y bajo estricta prohibición del uso de cámaras fotográficas. Los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery presentaron la acusación junto a imágenes fílmicas donde se ve el secuestro de Maldonado. Las mismas fueron observadas por el hermano de la víctima, sentado al final de la sala, y por el acusado, quien tenía un chaleco antibalas y la custodia constante de uniformados armados con el rostro cubierto. A su lado su abogado defensor, Claudio Tavella.
El móvil
Según la fiscalía, el móvil del crimen fue un lote en la localidad de Pueblo Esther que Maldonado quería comprar pese a que le habían advertido que no lo haga porque le interesaba a Alvarado.
Para demostrar que la víctima conocía al acusado se valieron de dos declaraciones. La de un amigo de Maldonado, quien recordó que un mes antes de que lo maten le comentó haber visto a Alvarado en la estación de servicios Puma, de Godoy y Circunvalación, en una Kangoo, y que le había llamado la atención porque siempre andaba en autos caros. El mismo testimonio dio Hugo, hermano de Maldonado.
La misma camioneta aparece en la escena del secuestro cuya filmación fue exhibida en la audiencia de este lunes. Se ve cuando Lucio llega a su casa de Garibaldi 608 a las 0.42 del 11 de noviembre y baja de su Chevrolet Cruze. En esos momentos llega una camioneta estilo Kangoo gris, bajan cuatro hombres con armas de fuego, lo reducen y se lo llevan en la Kangoo. Uno de los agresores se sube a la Cruze de Maldonado y se la lleva andando.
La misma cámara capta a las 2.59 el regreso de la Cruze al domicilio de Maldonado, junto a una camioneta blanca Volkswagen Amarok. Se ve que tres hombres ingresan con llaves a la casa de la víctima donde permanecen más de media hora. Luego se retiran todos en la Amarok y dejan el auto de Maldonado estacionado en la puerta de su casa. Antes borran el GPS.
Los fiscales aseguran que pudieron recuperar parte del recorrido que hizo el automóvil durante esa madrugada con un informe de la empresa On Star, y que luego cotejaron con las cámaras de vigilancias municipales. Allí llegaron a la quinta Los Muchachos, donde cotejaron que el auto estuvo estacionado más de una hora antes que lo regresen a barrio Tablada.
Esa quinta fue allanada a fines de noviembre. Además de encontrar la documentación que los llevó a otro allanamientos en los Condominios del Alto 2 (donde encontraron a un jefe de Inteligencia de la Policía de Investigaciones que fue apartado de su cargo) hallaron tres vainas servidas calibre y cartuchos de distintos calibre. También un par de zapatillas en el techo de la finca cuyo talle coincidía con el de Maldonado.
Como curiosidad, los fiscales dijeron que la ropa que tenía el cadáver de Maldonado, entre ellas su calzado, no era la misma que cuando lo secuestraron. Los perros que buscaron rastros de la víctima en la quinta se detuvieron sobre una mesa ubicada en la cochera y sobre las zapatillas mencionadas. También en un colchón que fue enviado a peritar para determinar si tiene rastros de ADN de la víctima.
El casero
En la quinta también hallaron dentro de una camioneta la caja vacía de una picana eléctrica y una orden de libertad firmada por una fiscal a nombre de Facundo Fabián A., alias Lapo. Se trata de un joven que es amigo íntimo del hijo de Alvarado, tanto así que en la foto de perfil de su cuenta de Instagram se los ve juntos, y que según el propio Alvarado es casero en la quinta Los Muchachos, donde corta el pasto y cuida a los caballos.
Lapo estuvo detenido menos de un día. Lo atraparon cuando quiso entrar a una camioneta Amarok y tenía en su poder una picana eléctrica.
Ese mismo vehículo apareció el 5 de febrero pasado, en un allanamiento que realizaron los fiscales en busca de la Kanggo utilizada en el secuestro, que no hallaron. En esa casa, ubicada Pitágoras y Nicaragua, encontraron drogas y detuvieron a una mujer y a su hijo.
Mientras tanto, la Amarok utilizada en el crimen no apareció aún. Una cámara la captó a las 5.12 del día del secuestro en Circunvalación y colectora a Autopista Rosario-Buenos, donde encontraron el cadáver del Maldonado dos días después.
La detención
Alvarado fue detenido el 2 de febrero pasado en Embalse Río Tercero, de Córdoba. Los fiscales lo encontraron luego de intervenir el teléfono que figuraba en el Facebook de su ex esposa, Rosa C., y escuchar una conversación el 31 de enero de 2019.
La defensa
El abogado defensor reclamó en la audiencia que no hay ni una sola prueba que vincule a su cliente con el crimen de Maldonado, pese a que realizaron 15 allanamientos y secuestraron gran cantidad de documentos y vehículos. Remarcó que si bien su cliente purgó una condena por el robo de autos en Buenos Aires, nunca cometió delitos contra las personas ni tiene antecedentes por venta de drogas. En ese sentido dijo que es víctima de una maniobra para perjudicarlo y que es notorio que los medios están inflando su figura para vincularlo con el narcotráfico y hacerlo aparecer como una persona pesada con extenso prontuario, siendo que no tiene antecedentes de ese tipo. Y a modo de ejemplo mencionó una balacera contra el centro de justicia penal donde dejaron un cartel con su nombre y apellido, similar al hallado en el bolsillo de Maldonado. Así mencionó el cartel: «Con la mafia no se jode. Esteban Alvarado» que dejaron luego de la balacera y tildó de ridículo que se auto incrimine.
Tavella también recordó que su cliente se puso a disposición de la justicia por medio de un escrito cuando se enteró que allanaron la quinta de sus hijos. Y que viajó a a Córdoba porque lo mencionaban en ataques y temía por su vida.