El menor sospechado de haber matado al taxista Eduardo Piris, de 41 años, declaró ayer en los Tribunales provinciales y negó cualquier vinculación con el hecho. El muchacho, de 16 años, aseguró ante la jueza Gabriela Sansó que nunca viajó en el taxi y que al momento en que se produjo el asesinato él se encontraba con unos amigos a pocas cuadras de Ituzaingó y Gutenberg, el lugar donde mataron a Piris de un disparo en la cabeza, el martes minutos antes de la medianoche. Diversas fuentes consultadas por este diario señalaron que, en su declaración, el menor dijo que estaba fumando marihuana y por eso, al ver el móvil policial en la zona, salió corriendo y fue capturado. Tiene dos antecedentes penales, ambos del año pasado. Uno por tentativa de homicidio.
El único testigo del asesinato del trabajador, un hombre sordomudo, también prestó declaración ante la Justicia. A diferencia de lo que trascendió en las primeras horas, aseguró haber visto que del automóvil de alquiler conducido por Piris bajaron dos hombres y no un hombre y una mujer (en un primer momento se dijo también que había dos mujeres que acompañaban a un menor). Según el testigo, uno de ellos llevaba una remera roja y era bajito. Esta descripción coincide con la apariencia del menor detenido, quien vestía una chomba de marca deportiva color rojo y es de baja estatura.
En tanto, el otro joven, siempre según fuentes judiciales, está identificado y es buscado por la Policía.
Además, la Fiscalía realiza distintas medidas para conocer los detalles del asesinato. Entre otros datos, esperan los videos de las cámaras de videovigilancia y el registro georreferencial del GPS del taxi para reconstruir los momentos previos al disparo en la nuca que terminó con la vida de Piris. Buscan determinar en qué lugar subieron los pasajeros: se cree que el conductor bajó la bandera en Avellaneda y Virasoro.
Siempre según fuentes judiciales, el imputado de 16 años por el homicidio del taxista fue apresado el martes por la noche luego de huir por calle Gutenberg y buscar refugio en una casa de calle Cerrito. Vestía una remera roja y fue alojado en la comisaría 13ª.
Según atestiguó ayer en los Tribunales ante la jueza de turno Sansó, se encontraba con un amigo en Cerrito y la vía del ferrocarril (a cuatro cuadras de donde le dispararon a Piris). Negó haber visto el taxi. De acuerdo con trascendidos, también dijo que fumaba marihuana sentado en un banco y que al ver un patrullero echó a correr por miedo a que le encontraran la sustancia prohibida.
El muchacho vive en el barrio San Francisquito y cuenta con dos antecedentes penales, ambos de 2015. El más reciente es de diciembre: tentativa de robo. El anterior fue una tentativa de homicidio, a mitad de año. Es representado por la defensora oficial Gabriela Román, que ayer se entrevistó con los familiares del joven en los Tribunales. Está alojado en el Instituto de Recuperación del Adolescente (Irar).
Dos hombres
Ayer el testigo, un hombre sordomudo que estaba en la esquina de Ituzaingó y Gutenberg cuando le dispararon a Piris, también llegó hasta el Palacio de Justicia para dar información sobre lo que ocurrió el martes por la noche.
Dijo que vio llegar al taxi y que del vehículo se bajaron dos hombres. Esto va en contra de lo que trascendió en informes policiales que indicaban que se trataba de un hombre y una mujer. Según el testigo, los jóvenes parecían pedirle dinero al chofer y uno de ellos le disparó desde afuera del auto. Luego salieron corriendo.
Uno de los jóvenes, agregó el testigo, vestía una remera roja, el mismo color que llevaba el imputado de 16 años apresado momentos después.
No se defendió
Las pericias preliminares determinaron que Piris murió en el acto de un disparo en la nuca y que no se observaron en el lugar signos de haberse defendido o de haber protagonizado una pelea. Presentaba un golpe en el rostro pero los investigadores suponen que se le produjo después del balazo. Además, ratificaron que no le robaron nada: celular y billetera con dinero –elementos que siempre suelen llevarse en los asaltos a taxistas– estaban intactos en el automóvil.
Corredores móviles
El secretario de Gobierno municipal, Gustavo Leone, adelantó que junto a las autoridades del Ministerio de Seguridad de Santa Fe se implementarán más corredores seguros en distintas zonas de la ciudad. Habrá 23 puestos de control y es posible que sean móviles durante la noche.
La idea, que surgió de la reunión con los choferes de taxis, es que los puntos de control varíen su ubicación en un radio no mayor a tres cuadras. Además, Leone confirmó que las reuniones periódicas con titulares y trabajadores del servicio de taxi continuarán para ajustar día a día las estrategias de seguridad, entre otros temas. El martes habrá una nueva reunión. Convocarán a los fiscales que trabajan en la ciudad.
Ultimo adiós a Piris y de regreso a las calles
Ayer a las 9 el tránsito se atascó en Salta entre Suipacha y Francia, donde se encuentra la cochería en la que velaron los restos de Eduardo Piris. Unidades de taxi formaron un cortejo fúnebre que llegó una hora más tarde al cementerio La Piedad, en el extremo sudoeste de la ciudad.
Tal como habían anunciado desde el Sindicato de Peones de Taxi, que decretó el cese de actividades por la muerte de Piris entre el martes y ayer, la medida se levantó una vez finalizado el entierro.
Con algunas excepciones, entre las que figuró un puñado de taxistas que fueron hasta la puerta de los Tribunales provinciales con ánimo de pedir justicia, el servicio volvió a la normalidad cerca del mediodía.
Según declararon varios choferes, no existe un convencimiento de que los corredores seguros o la implementación de la tarjeta sin contacto –denominada ahora por el municipio como Movi–, sea la solución a los robos y ataques.
“Esta noche (por ayer) vamos a salir otra vez a la calle y enfrentarnos a la realidad. No sabés quién sube al taxi. Si no brindás el servicio, estás causando un perjuicio. Si no querés entrar a un barrio, te tratan mal o te escupen. Vos no tenés decisión. Tenés que meterte a ver quién te va a matar primero: si el pasajero o alguien de afuera que está esperando”, profetizó un peón en declaraciones radiales.
Robo durante el paro
Ayer por la madrugada, en momentos en que se producía el paro de choferes, la Policía detuvo a dos jóvenes acusados de robar un taxi estacionado en Centeno al 400. Según denunció el titular del coche, habían forzado el vehículo, un Chevrolet Corsa, y le sustrajeron algunas pertenencias. De acuerdo a fuentes policiales, los uniformados capturaron a los supuestos ladrones en la intersección de 1º de Mayo y Presidente Quintana, en barrio Tablada.
