Pablo Fullana Borsato tenía 36 años y era egresado de la Facultad de Arquitectura de la UNR. Este domingo, cerca de las 16, un primo lo encontró asesinado en su casa de Colón, Buenos Aires, en la calle 45, entre 22 y 23. La Fiscalía Descentralizada N°2, a cargo de Ignacio Uthurry, está a cargo de la investigación del caso, que tiene un detenido de 18 años y está caratulado como homicidio simple. Sus amigos de Colón aseguran que se trató de un crimen de odio, es decir, con la homofobia como móvil.
Leonel F., un joven de 18 años que –cuentan en Colón– hace meses había escapado de un centro de rehabilitación de drogas en La Plata, está detenido por el crimen de Borsato. “Es un caso con un ribete extraño”, dijo un detective a El Ciudadano. “El sospechoso fue detenido antes de que el cadáver de Pablo fuera hallado”, puntualizó.
Ocurre que alrededor de las 11 de la mañana del domingo, Leonel protagonizó un asalto en un cajero automático en las calles 47 y 23. No sólo fue un intento de robo, ya que la víctima, una mujer de 81 años, denunció que fue manoseada y que el agresor se bajó los pantalones. A los pocos minutos la Policía lo detuvo. Los efectivos notaron que tenía la ropa ensangrentada.
Cinco horas después era descubierto el cuerpo de Borsato. En la escena del crimen, dijeron las fuentes, había una navaja, botellas de champán rotas, dinero desparramado y mucha sangre. En medio de la conmoción, los detectives ataron cabos: en la mochila secuestrada de Leonardo F. había una botella de champán. Ese dato, sumado a que el sospechoso tenía un dedo cortado, motivó que Leonel F. fuera detenido acusado de homicidio simple. La sangre hallada en su ropa fue enviada a La Plata: será crucial establecer si pertenece a Borsato.
Ahora los investigadores buscan reconstruir el itinerario de ambos. Algunos testimonios indican que Pablo y Leonel estuvieron juntos durante la madrugada del domingo en el pool de una discoteca. La Policía peritó también el Fiat Siena que usaba Borsato. Los agentes bonaerenses tomaron huellas digitales del lado del acompañante y el conductor para ver si existen rastros de Leonel F.
Según fuentes policiales, Leonel tenía una denuncia en Pergamino por un ataque sexual a una adolescente en agosto pasado. Había estado internado en La Plata por consumo problemático de drogas y escapó del instituto. En estos días, vivía en un geriátrico en Colón y estaba bajo la tutela de un asistente social.
Muy querido en Rosario
Pablo, además de arquitecto, era gestor cultural y su último proyecto fue el Museo a Cielo Abierto, en su Colón natal, que nació a partir de su tesis de sociología urbana y fue declarado de interés municipal. “Si el sujeto construye el objeto, que es la ciudad, ¿por qué el objeto no le responde al sujeto, que es quien la construye, sobre todo en los espacios públicos?”, describió en una entrevista Borsato.
Su asesinato caló muy hondo en Rosario donde era conocido tanto en el ambiente artístico como en el de arquitectura. Pablo fue coordinador de Casona Yiró, el centro cultural de la histórica mansión de San Lorenzo 2157, a donde llegó “por su búsqueda artística”. En las redes se multiplicaban los mensajes de despedida, bronca, tristeza y pedidos de justicia.
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